Cosas que nos gustan de los gatos: todo… o bueno, casi.
Cosas que no nos gustan de los gatos: que se suban a dónde no queremos (como la alacena o la estufa), que nos muerdan y nos arañen, que se peleen con los otros gatos, que no se lleven con nuestros amigos, que no usen la correa…
Todos estos "problemitas" se pueden solucionar educando a nuestros mininos. Aquí te contamos cómo hacerlo.
Educación en positivo siempre
Sin importar la edad de tu gato, hay dos cosas que tenemos que entender para poder educarlos fácilmente:
1.Tu gato no se porta mal a propósito
El comportamiento de tu gato es su reacción natural a lo que vive día a día. Si se sube a una repisa es porque a los gatos les gusta subir a lugares altos; si araña el mueble nuevo, es porque está en una zona de poder felino y le sirve para marcar territorio (no necesariamente afilarse las uñas).
Si tu gato orina en un lugar es porque el arenero no está bien ubicado, que te levante a las 3 de la mañana a darle de comer porque a esa hora lo acostumbraste, en fin… todo tiene un motivo.
Conoce el motivo y será más fácil educarlo
2. Si tu gato ve que le conviene portarse bien, se portará bien
Es más fácil y eficiente ayudar a tu gato a ver lo bueno de portarse bien, premiándolo cuando lo haga, acariciándolo y felicitándolo, que castigarlo o regañarlo cuando haga una travesura.
Admitámoslo, ¿no somos todos así?
Dicho estos dos puntos podemos hablar de la educación en positivo. Acorde a Alejandro Godínez, veterinario de Pets Medical Center, la educación en positivo es aquella en la que se premia por lo bien hecho y no se regaña por lo mal hecho.
La educación en positivo permite que tus mascotas (no solo los gatos) prefieran comportarse como nosotros queremos en lugar ir en contra de nosotros; y no por castigos, sino por premios. La educación en positivo no castiga.
De hecho, si regañas a tu gato porque se porta mal, seguirá portándose mal, pero cuando tú no lo veas, o en algún lugar escondido, lejos del monstruo que regaña y grita cuando el gato está haciendo algo completamente natural para él.
Cómo educar a un gato: ignóralo si se porta mal
Otro punto importante: ignorar a tu gato también funciona como proceso de enseñanza. Tu gato hará todo para obtener tu atención.
Por ejemplo: si se sube a una repisa y lo regañas, habrá obtenido tu atención y lo volverá a hacer cada que quiera que le hagas caso.
Ignóralo, sé un poco fría o frío. Bájalo de la repisa sin decirle nada, solo bájalo y que no vea premiada su acción.
Mismo caso con el juego: están jugando y tu gato te muerde la mano... ¡se acabó el juego! Sin regaño, sin más palabras que un NO directo, levántate y vete.
Recuerda que la repetición será clave para que tu gato sepa lo que sí y lo que no, por lo que ten paciencia y sigue tus propias reglas. ¡Ah! Y dile a toda la familia que las siga también para no confundir a tu gato.