Durante el año hay épocas en las que los decibelios de las ciudades tienden a subir, por ejemplo, en verano, navidades o fiestas patronales. Durante estas festividades el uso de petardos o la música de las verbenas puede alterar el estado anímico de nuestro gato para mal.
La reacción ante estos ruidos que molestan a los gatos suele ser esconderse debajo de algún mueble, o correr incontroladamente hasta que todo vuelva a la normalidad. La situació puede incluso llevar a un gato a escaparse de casa por miedo.
Por eso, lo más aconsejable estomar medidas para ayudar a que estos ruidos que espantan a los gatos les afecten lo menos posible.
¿Cuáles son los ruidos que molestan a los gatos?
El oído de los gatos es muy sensible y reacciona ante los ruidos fuertes y ciertos sonidos específicos que pueden resultarles especialmente molestos.
Algunos de los ruidos que molestan a los gatos son los siguientes.
Electrodomésticos ruidosos
Las aspiradoras, licuadoras, secadores de pelo y otros aparatos suelen provocarles ansiedad y, a veces, miedo, a causa del sonido tan fuerte que producen.
Silbidos y sonidos agudos
Los sonidos agudos, como los silbidos, alarmas o timbres estridentes, son incómodos para los gatos, pues su oído está diseñado para captar frecuencias altas.
Truenos y fuegos artificiales
Son sonidos inesperados y fuertes, y pueden ser aterradores para los gatos por su intensidad y la forma repentina en que se presentan.
Ruidos de construcción
Taladros, martillazos y otros sonidos de obra en general suelen ser ruidos que espantan a los gatos, por su alto volumen y lo repetitivo de su presencia.
Gritos o sonidos fuertes de humanos
Aunque estén acostumbrados a vivir con personas, gritos o conversaciones muy intensas pueden generar ansiedad en los gatos.
Sonidos de otros animales
Los maullidos de otros gatos pueden poner a un gati en alerta.
Los ladridos de perro son definitivamente otro de los ruidos que espantan a los gatos.
¿Qué hacer ante los ruidos que molestan a los gatos?
Algunos gestos eficaces para hacer frente a los ruidos que molestan a los gatos son los siguientes:
- Crear un refugio tranquilo para tu gato: Asegúrate de que tiene un espacio seguro donde pueda refugiarse. Puede ser una habitación tranquila con su cama, caja de arena y juguetes. Las cajas de cartón o escondites pequeños y cerrados también les hacen sentirse tranquilos.
- Poner música o sonidos relajantes: Reproducir música clásica tranquila o sonidos de la naturaleza, puede enmascarar los ruidos y contribuir a calmar al gato.También existe música específica para gatos que tiene frecuencias y tonos relajantes.
- Feromonas: Hay productos veterinarios que imitan las feromonas naturales de los gatos y pueden ayudarles a reducir el estrés y sentirse más tranquilos en su entorno. Antes de optar por esta solución, debes consultar con el veterinario para que decida si es apropiada para tu gato.
- Juegos y distracciones: Si el ruido es temporal (como fuegos artificiales), distraer al gato con juguetes o juegos interactivos puede ayudar a que se enfoque en otra cosa.
- Mantén las ventanas cerradas y usa cortinas gruesas: Esto ayuda a amortiguar los ruidos externos, especialmente si vives en una zona urbana o si stás cerca de una fuente de ruido, como una construcción.
- Y sobre todo, nosotros debemos comportarnos de manera normal para no transmitirle nerviosismo al animal.
En el siguiente vídeo, un veterinario explica más sobre los gatos que le temen a los ruidos:
Remedios para que mi gato no se espante con el ruido
Muchas veces los sonidos no molestan a los gatos por la cantidad de decibelios, sino porque es algo fuera de lo común que no pertenece a su rutina. Es algo imprevisto y eso les asusta porque creen que no podrán controlarlo.
De esto se deduce la importancia de incluir en nuestro día a día alteraciones en términos de ruido para nuestro gato.
En casa podemos probar con una música de ambiente para que el gato se vaya acostumbrando a los cambios.
Aumentar un poco el volumen a lo largo de las semanas para ayudar a nuestro felino a que acepte de manera natural a la presencia cotidiana de un sonido.
Otra opción que también puede funcionar es comprarle al animal algún juguete que haga ruido cuando se mueva, así relacionará el ruido con algo tan normal como jugar, y no con algo que signifique peligro o amenaza.
Lo principal para ayudar a nuestra mascota es no hacer caso de sus quejas ante nuestros intentos para que se acostumbre al ruido.
Puede ser que maúlle al principio cuando le pongamos la música y cuando vayamos aumentando el volumen. Pero la idea es que llegue a acostumbrarse y por ello no debemos darnos por vencidos.
A pesar de seguir estos consejos puede ser que nuestro gato no cambie, y es que cada animal reacciona de manera distinta.
Sus comportamientos no son iguales así como tampoco lo es su manera de relajarse.
Lo que sí debemos tener en cuenta es cuando vemos que nuestro gato reacciona de manera desproporcionada ante cualquier ruido. Entonces será el momento de contar con un especialista en comportamiento felino, pues este miedo puede llegar a convertirse en fobia.
Las fobias son muy diferentes al miedo, mucho más difíciles de eliminar y también hacen sufrir mucho más al animal.