¿Tu gato te lame con suavidad y, de repente, te ataca? Este comportamiento puede tener varias explicaciones.
¿Por qué me lame mi gato y después me muerde? Razones de esta reacción y cómo gestionar este comportamiento.
Mi gato me muerde de repente
Los mordiscos repentinos en gatos suelen deberse a la sobrestimulación por caricias prolongadas o una conducta de juego malinterpretada.
Pero, ¿qué pasa cuando el gato no nos manda estas señales?
¿Por qué me lame mi gato y después me muerde?
Desde una perspectiva etológica, lamer a otro individuo puede formar parte del acicalamiento social en los gatos, un comportamiento que fortalece vínculos entre individuos.
En este contexto, el gato puede alternar lamidos con pequeños mordiscos, imitando el acicalamiento mutuo que se produce entre congéneres.
Este comportamiento puede intensificarse si no se respetan las señales previas de saturación o sobreestimulación en el gato.
En el siguiente vídeo, Carlos Gutiérrez distingue los "mordiscos" asociados al afecto con los ligados a una llamada de atención por parte del animal:
¿Por qué mi gato me lame y muerde la mano?
La mano puede ser interpretada como un objeto de interacción. Si el contexto es tranquilo y el mordisco es suave, es probable que se trate de una expresión social o lúdica.
En cambio, si el gesto es brusco y precedido por signos de incomodidad, el animal podría estar marcando un límite o activando su instinto de caza, lo que lo lleva a morderte la mano como parte de un juego con comportamiento depredador.
¿Por qué mi gato me lame y muerde los pies?
Los pies suelen activar el instinto de caza, especialmente si hay movimiento.
El gato puede lamer como parte del juego antes de simular un ataque. Esta conducta es más común en gatos jóvenes, con alta energía o poca estimulación ambiental.
Mi gato me muerde y luego me lame
De manera inversa, cuando un gato muerde y después lame, la secuencia suele formar parte de una conducta compleja que varía según la personalidad del gato y de otros factores, como:
- Juego social: en el juego entre felinos, se alternan acciones como persecuciones, mordiscos suaves y lamidos. Este patrón puede reproducirse con seres humanos.
- Acicalamiento mixto: los lamidos pueden acompañarse de pequeños mordiscos, destinado a "despegar" nudos o limpiar zonas específicas, tal y como se hace entre congéneres.
¿Los gatos no te muerden si te lames? 👀
En Internet existen numerosos vídeos de gatos que dejan de morder a sus cuidadores cuando se aplican saliva humana en la piel.
Aunque cada gato es diferente, este comportamiento puede funcionar porque los gatos tienen un olfato muy desarrollado y son muy sensibles a los olores.
Con la saliva, el olor y sabor diferente puede descolocarles o resultarles desagradable, lo que hace que pierdan interés en morder.
Cómo regañar a un gato correctamente
Corregir un comportamiento no deseado requiere evitar el castigo físico o verbal, ya que estos métodos suelen generar estrés y deteriorar la relación con el animal.
Para ello, puedes optar por las siguientes técnicas de educación positiva:
- Detener la interacción: ante un mordisco, interrumpir inmediatamente el contacto para que el animal no lo asocie a algo positivo.
- Redirigir la conducta: ofrecer una alternativa, como un juguete interactivo o un rascador.
- Aprender a identificar signos de incomodidad según la personalidad del gato ayuda a anticipar la conducta.
- Refuerzo positivo: premiar momentos de juego tranquilo y sin ataques ni mordiscos favorece una asociación positiva.
Mi gato o mi gata me lame y luego me muerde: conclusiones
Esta forma de interacción felina de "dar una de cal y otra de arena" con lamidos y mordiscos puede responder a múltiples causas, desde juego hasta la incomodidad.
La observación cuidadosa y una respuesta adecuada permiten fomentar una convivencia armoniosa basada en la confianza.