Si el gato se rasca y agita la cabeza en repetidas ocasiones, si su oreja huele mal o aprecias cantidades importantes de sustancia cerosa o pus, es evidente que tiene un problema en el oído.
En Wamiz, tenemos ocasión de hablar con un experto en la materia, el veterinario José Javier González, del Centro Veterinario Vet&Vet, que nos apunta algunas claves para conocer más sobre estas molestas dolencias.
El sentido del oído en el gato es una herramienta indispensable para su percepción del entorno y supervivencia, por lo que es vital estar atento y acudir a un especialista ante las más mínimas señales de enfermedades en la orejas de los gatos
Señales de enfermedades en las orejas de los gatos
Ya hemos visto que el signo primario es un rascado frecuente de su oreja, pero hay otras como un olor desagradable de la misma, sacudidas constantes, pérdidas de equilibrio o presencia de sangre, costras o cerumen en exceso.
"Hay que acudir al veterinario. Es el profesional quien está cualificado para poder valorar el conducto auditivo adecuadamente, tomar muestras y tratar un oído enfermo", apunta González.
Es fundamental aprender a reconocerlas para saber a qué atenernos y no poner en riesgo ni la audición ni el equilibrio de tu gato.
Orejas de los gatos y sus enfermedades
Debemos hacer una distinción entre las dolencias que se producen en el oído externo, las del oído medio y las del interno.
El oído y las orejas pueden sufrir diversas afecciones, desmejorando esta capacidad y poniendo en peligro la salud del felino.
Cuando se trata de la zona exterior, normalmente hablamos de hematomas, heridas o quemaduras por culpa del sol.
- Hematomas: Son ampollas llenas de sangre por la rotura de un pequeño vaso sanguíneo que provoca una hemorragia entre la piel y el cartílago. Aparecen normalmente en la zona cóncava interna del oído a causa de un rascado fuerte provocado por un intenso picor por culpa de hongos, parásitos...
- Heridas: La mayoría ocurren por mordiscos de otros felinos. Si se infectan, es necesario recurrir a los antibióticos.
- Quemaduras solares o dermatitis: Se da mayormente en gatos de pelaje blanco o muy claros de piel que se exponen al sol y aquellos cuyos niveles de melanina en el pelaje son reducidos. Las orejas se enrojecen y después se descaman. Con el paso del tiempo, aparecen úlceras y costras, pudiéndose desarrollar, en casos graves, incluso tumores malignos.
"Teniendo en cuenta que el primer paso siempre debe ser acudir al veterinario, una vez aclarado esto, lo que un propietario puede hacer es valorar el pabellón auricular externo y, si el gato presenta rascados continuados, signos de irritación o exceso de secreción en el pabellón, antes de tratar por uno mismo deberá acudir a su veterinario para que le realice su debido examen", nos recuerda José Javier González, que igualmente nos apunta otras posibles dolencias.
El sentido del equilibrio puede verse afectado en casos de enfermedad del oído medio, aunque el órgano del equilibrio está ubicado realmente en el oído interno.
Generalmente, los problemas en esta zona se deben a una infección bacteriana conocida como otitis media oculta. Los signos incluyen:
- balanceo del cuerpo
- tropiezos
- tendencia a andar en círculos
- inclinación de la cabeza.
Otitis en gatos
La otitis es una inflamación del canal del oído o del pabellón auricular.
Puede tratarse de otitis externa cuando está afectado el canal externo, otitis media cuando afecta al tímpano e interna cuando implica un daño del aparato acústico, donde los síntomas neurológicos y la sordera suelen estar presentes.
La inflamación se produce en el epitelio, el tejido interno del oído que se encarga de proteger el órgano auditivo de microorganismos externos.
Este tejido secreta sustancias cuando aparece esta inflamación. Es una enfermedad común en las orejas muy dolorosa y que puede generar la pérdida temporal de la audición.
Sus causas son diversas, desde ácaros y bacterias hasta
- Otitis parasitaria. Es la más frecuente y puede afectar a cualquier gato. La provoca un ácaro de la sarna. Los parásitos se ven a simple vista como puntitos blanquecinos que se mueven de manera activa.
- Otitis supurativa: Es una infección virulenta que se presenta como enfermedad por sí misma o por complicaciones de la otitis parasitaria. Urge tratamiento y el uso de antibióticos.
Pérdida total de audición
La sordera en los gatos suele estar ligada al envejecimiento, aunque también puede ser consecuencia de una infección o una exposición sostenida en el tiempo a ruidos fuertes.
Sarna notoédrica felina
Es un tipo de sarna que afecta tanto las orejas como otras partes del cuerpo del felino (frente, párpados y cuello).
Es causada por un ácaro que anida en la piel del gato, especialmente en la cabeza, por eso también es llamada 'sarna de la cabeza del gato'.
Puede afectar a gatos de cualquier raza, sexo y edad y es altamente contagiosa por contacto directo. La frente del gato se llena de pliegues y sus ojos se cierran.
La piel adquiere un color gris oscuro y aparecen una gran cantidad de costras. El animal sentirá una irritación intensa en las orejas y se rascará insistentemente. Además, se apreciarán zonas de gran enrojecimiento y el gato se mostrará inquieto y molesto.
El tratamiento tópico es el más común, aunque también se recomiendan pipetas, champús y medicamentos inyectables.
Dermatofitosis o tiña
Es una infección cutánea que se manifiesta en alopecias localizadas y que está producida por hongos.
Los parásitos atacan directamente al pelo, lo vuelven frágil y termina cayéndose.
El problema de esta enfermedad es que es altamente contagiosa ya que los animales sanos que comparten casa con el gato enfermo pueden contagiarse por contacto directo o indirecto ya que los pelos 'infectados' que pululan en el ambiente pueden sobrevivir durante varios meses.
Entre los síntomas de esta enfermedad común en las orejas de los gatos se destaca el picor, además de zonas sin pelo y lesiones circulares en las partes del cuerpo afectadas.
Aunque la enfermedad puede desaparecer de forma espontánea, es altamente contagiosa tanto para animales como para personas, por lo que se recomienda combatirla lo antes posible. El tratamiento para combatir esta enfermedad es por partida doble (y prácticamente triple).
Por un lado, el veterinario prescribirá un antifúngico o antihongos en pastillas y otro en forma de loción para aplicar directamente sobre la piel afectada.
Además de los antimicóticos en comprimidos y crema, también se apuesta por una vacuna contra este mal. La solución extrema consiste en rasurar completamente el pelo del animal afectado.
En cualquier caso, contra la tiña, además de curar al gato infectado, es tan o más importante la descontaminación de la zona. Atención a esta enfermedad porque es muy contagiosa también para perros y personas.
Pénfigo foliáceo y lupus erimatoso
Son enfermedades autoinmunes que atacan a la cabeza del felino, afectando a su nariz, sus ojos y especialmente a sus orejas. Se manifiesta en costras, pústulas, llagas y
Como toda enfermedad auitoinmune, el organismo del gato enfermo se destruye a sí mismo ya que no diferencia entre células buenas o malas. Del mismo modo, el gato también manifiesta fuertes picores y se muestra incómodo, aletargado y con fiebre.
El tratamiento básico exige la aplicación de una pomada por la zona afectada, aunque también se combina con corticoides, inmunodepresores, terapias biológicas o antibióticos.
El lupus erimatoso puede detectarse 'gracias' a sus lesiones. Las heridas abiertas que ocasiona presentan una pérdida de coloración en la zona afectada. También se aprecia caída del pelaje y úlceras.
Otohematoma
Es una enfermedad que afecta a los pabellones auditivos de las orejas.
Ocurre cuando se acumula mucha sangre en los pabellones auditivos y estos se inflaman. Se ocasiona por bruscas sacudidas de cabeza del felino o por rascarse enérgicamente. Existen dos tratamientos: antiinflamatorios o cirugía.
Gatos con las orejas caídas: ¿por qué ocurre?
Las orejas caídas en los gatos pueden ser un síntoma de varias afecciones, como:
- Otitis
- Hematoma auricular
- Infecciones parasitarias
- Lesiones
- Problemas neurológicos
También es importnte señalar que hay gatos con las orejas caídas por naturaleza, específicamente los de la raza scottish fold.
Si notas que tu gato tiene las orejas caídas o presenta otros síntomas como:
- sacudidas frecuentes de la cabeza
- rascado intenso
- secreciones
- mal olor en las orejas,
Es importante llevarlo al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
El veterinario recomienda...
Los veterinarios consultados por Wamiz coinciden en vigilar continuamente las orejas de nuestro amigo peludo.
No cuesta nada echarle una 'visual' a las orejas cada ciertos días.
Es sumamente importante mantener esta premisa en el tiempo ya que la prevención es la mejor forma de atacar a las posibles enfermedades.
La prevención es la clave. Estas revisiones periódicas nos servirán para detectar posibles infecciones, inflamaciones o secreciones extrañas e incluso pequeños objetos que pudiesen estar alojados en el oído del gato.
Si apreciamos cualquier cosa, inmediatamente hay que acudir al veterinario. Debe ser el experto médico quien realice la limpieza si fuese necesaria. Únicamente el veterinario se la hará sin que exista riesgo de perjudicar su canal auditivo.
Nunca se debe administrar medicamentos sin supervisión médica ni rociar con agua u otro líquido las orejas del gato, al menos sin la recomendación de un experto.
No hay que olvidar que muchas de las enfermedades que hemos abordado no tienen cura ni tratamiento 'higiénico', por así decirlo, por lo que no conviene manipular mucho porque podría ser peor.