Muchos cuidadores de gatos llegan a la consulta asegurando que su felino araña sus cortinas y muebles o se queda enganchado a la ropa y demás enseres del hogar debido a sus uñas.
Estos propietarios aseguran que las uñas de sus mascotas son excesivamente largas, pero ¿pueden cortárselas sin poner en riesgo la salud del animal? Y si acudo con un profesional, ¿cuánto cuesta cortar las uñas a un gato?
¿Cuánto cuesta cortar las uñas a un gato?
El costo de cortar las uñas de un gato en España varía dependiendo de la clínica veterinaria o peluquería a la que acudas, así como de la ubicación.
Generalmente, el precio por este servicio oscila entre 10 y 15 euros.
Algunas clínicas veterinarias ofrecen este servicio como parte de una consulta regular o junto con otros servicios de cuidado para mascotas.
También hay peluquerías especializadas en gatos que pueden incluir el corte de uñas en un paquete de higiene general. En otros casos, el precio puede subir si el gato es muy nervioso o difícil de manejar.
Es recomendable preguntar cuánto cuesta cortar las uñas a un gato en varias clínicas o peluquerías locales para obtener el mejor precio.
¿Se le pueden cortar las uñas a los gatos?
Si te preocupa que tu gato arañe todas y cada una de las cosas de la casa, tengo una buena noticia para ti: ¡sí se puede cortar las uñas a los gatos sin que ello resulte perjudicial para su salud!
Además nadie debe preocuparse por las consecuencias de este gesto puesto que cortándole las uñas a un gato simplemente estarás eliminando la parte final de la uña (totalmente indolora, solo es un depósito de queratina), y estarás limando de forma artificial.
¿Para qué sirven las uñas de los gatos?
Las uñas son un apéndice fundamental para nuestros gatos ya que les permiten manifestar su comportamiento natural.
Las utilizan para multitud de comportamientos en su día a día como trepar, marcar territorio e incluso tonificar su musculatura estirando todo el tren superior.
Debido a esto, muchos propietarios subrayan que ''terminan desquiciados'' porque su gato es experto en arañar muebles, hacer agujeros en el sofá o en su ropa por culpa de las uñas, aunque poco a poco la gran mayoría abandona la de la “desungulación”.
Es decir, el procedimiento quirúrgico por el que se extirpan las uñas, y es de agradecer ya que es una mutilación en la que se amputa la última falange de los dedos.
¿Cuándo cortar las uñas a un gato por primera vez?
En cuanto a cuándo se pueden cortar las uñas a un gato, la respuesta es desde bien crías. Un gato pequeño (más de dos meses) es más manejable y en caso de revolverse y arañar a su cuidador, el ataque será mucho menor.
Asimismo si se acostumbran a un corte periódico de uñas, este formará parte de su educación por lo que, en un futuro, no resultará estresante.
¿Es necesario cortar las uñas a un gato?
Normalmente solo es necesario cortar las uñas a un gato cuando no tiene opción de realizarse un buen limado.
Un gato que utiliza el rascador diariamente, sale al exterior, apoya sus patitas en diferentes superficies, trepa a los árboles y explora, se está limando constantemente las uñas y mantendrá un crecimiento óptimo de sus garras por sí mismo.
En cambio, un gato que no tiene rascador, que no realiza ninguna actividad y siempre está dentro de casa, puede tener un crecimiento de las uñas descontrolado y provocar problemas en el apoyo de la extremidad, cojeras e incluso que alguna uña se curve demasiado y termine clavándose en su piel.
En estos casos sí que es necesario cortar las uñas a un gato.
Si el gato no ha recibido una educación estricta y rasca los muebles o siempre quiere estar sobre su dueño, pero esto hace que nos pellizque la ropa, será necesario cortar las uñas desde un punto de vista de “convivencia”.
Aunque con paciencia y un rascador, podemos enseñarle que ese es el lugar para limarse las garras.
Cómo cortarle las uñas a un gato
Antes de ponerse manos a la obra es necesario preparar todos los utensilios necesarios para comenzar con el proceso:
- Cortauñas pequeño y/o especial para gatos
- Gasas por si ocurre sangrado
- Spray con feromonas relajantes para reducir el estrés
- Golosinas para recompensar el comportamiento del gato
Con todo lo necesario sobre la mesa, córtale las uñas al gato de la siguiente manera:
- Presiona la almohadilla del gato: De esta forma, verás cómo se muestran más fácilmente los dedos y con ellos, se extienden las uñas.
- Detecta las garras: Las uñas tienen una base, pegada al dedo, por donde discurre un vaso sanguíneo y raíces nerviosas y una parte más externa afilada y en forma de garra (se curva hacia abajo).
- Corta las garras: Esta última parte es la que se debe cortar. Recuerda cortar solo la punta, finita y afilada. Vale la pena cortar poquito y repetir el corte de uñas.
De lo contrario, se puede provocar mucho dolor y sangrado al gato.
En caso de que, por accidente, se corte demasiado y el felino sangre, no hay que alarmarse. Simplemente se debe colocar una gasa en la uña y hacer presión para cortar la hemorragia.
También existen unos polvos hemostáticos y antisépticos que detienen el sangrado y previenen la infección.
⚠ Si no consigues cortar todas las uñas en la misma sesión, no te preocupes. Trata de adaptarte a tu gato, no importa que necesites varios días para recortar todas las uñas. El crecimiento de las uñas funciona a un ritmo individual de cada gato, pero más o menos, deberás esperar dos semanas (aproximadamente), para volver a cortarle las uñas de nuevo.
Algunos propietarios necesitan contar con la ayuda de otra persona para inmovilizar al gato, incluso acuden al veterinario para que este les ayude.
Ahora ya sabes cómo cortarle las uñas a un gato y en qué situaciones está indicado. Es un procedimiento indoloro y nada perjudicial que mejorará vuestra convivencia, aunque recuerda que siempre debes poner de tu parte para que la mascota pueda expresarse como tal (que tenga un rascador es fundamental).
Con educación y paciencia puede convertirse en una situación rutinaria que no generará ningún estrés, aunque si observas que es necesario un recorte, pero es imposible realizarlo tú mismo, no corras peligro y acude a un veterinario, un profesional sabrá cómo ayudarte.