Más de una década antes de que Neil Armstrong pisase la luna (el 20 de julio de 1969), una perrita rusa llamada Laika ya había visitado el espacio.
Fue el 3 de noviembre de 1957 cuando Laika hizo un largo viaje a bordo del Spoutnik II, convirtiéndose en el primer animal en llegar al espacio, ¡y en la primera astronauta de la historia!
Así era Laika
Laika, un cruce entre un Husky y un Terrier, fue encontrada vagando por las calles de Moscú. Pesaba solo 6 killos y tenía un carácter obediente y abierto que la convertía en la candidata perfecta para entrar en el programa espacial.
Durante su entrenamiento, se acostumbró a estar en espacios cada vez más pequeños, que simulasen el interior de la futura nave espacial; un entrenamiento muy intenso para Laika hasta que llegó la fecha de su partida al espacio de donde, desgraciadamente, nunca volvió.
¿Cómo murió Laïka?
Durante mucho tiempo no se supo qué le había sucedido a esta valiente perrita, pero hoy podemos decir que falleció el primer día de su viaje, y que en ningún momento estuvo previsto que volviese a la Tierra.
Equipada con un traje de astronauta, estaba muy asustada al principio de su viaje, según los los datos que captaron los sensores a los que estaba conectada. Y, aunque posteriormente logró calmarse, la temperatura de la cápsula espacial no tardó en subir hasta alcanzar los 41 grados. ¡Demasiado para la perrita! El calor, la presión y el estrés fueron la combinación letal para Laika, que murió solo 7 horas después del lanzamiento.
Aún así, los responsables del proyecto dejaron el cuerpo del animal durante 162 días más en el espacio, antes de que se quemase en la atmósfera, tiempo durante el que mintieron sobre el estado de salud de la pequeña. Para evitar el sufrimiento innecesario de Laika los soviéticos tenían previsto practicarle una eutanasia, alimentámdola con comida envenenada antes de que atravesase la atmósfera, algo que no llegó a ser necesario.
El monumento de Laïka y una canción
Ya se había convertido en todo un mito, pero no fue hasta el año 2002 cuando salió a la luz su verdadera historia. Algunos de los científicos presentes en la misión, mostraron entonces su arrepentimiento por como sucedieron las cosas y el daño que sufrió el animal.
Debido a todo ello, desde 1964 la perrita figura en el Monumento de los Conquistadores del Espacio en Moscú, y en 2008 una estatua exclusivamente dedicada a ella se instaló en la capital rusa. En España, por su parte, fue homenajeada con una canción del mítigo grupo Mecano.
Otros perros astronautas
Aunque Laïka es la más conocida, por ser la primera, no es la única perra que ha estado en el espacio. Después del fracaso de esta misión Belka y Strelka fueron los primeros perros en sobrevivir a un viaje al espacio en 1961.
Fuente: Wamiz Francia
Escrito por: Jade del Arco, periodista especializada en arte y traductora.