Perros en las playas siempre trae debate. Hace pocos días se sabía que Torre del Mar, en Málaga, cuenta este verano con toda una unidad canina formada por seis perros entrenados para rescates acuáticos.
Doble moral: perros de trabajo sí, de ocio en la playa no
Por otro lado, a primeros de junio saltaba otra polémica: la eliminación de playa para perros de Noja, en Cantabria. "Cuánta hipocresía, cuánta doble moral, ¿no?", planteaba a través de sus perfil de Instagram @marinarodriguezibarra
Echando un vistazo en las redes sociales, parece que la gente aplaude la iniciativa de Málaga, perros de rescate al servicio de salvar vidas humanas en el mar; sin embargo, que estos animales disfruten en las playas de España sigue sin bien visto por muchos porque "ensucian".
"Mis perros son de rescate de personas desaparecidas. Si van a trabajar, todo el mundo nos abre sus puertas, libre acceso; si vamos de vacaciones a descansar son perros de rescate, pero está prohibido que pasen", cuenta @togo_y_molly en uno de los comentarios del vídeo.
Marina Rodriguez IbarraFotógrafa & TS en Gestión Ambiental Espero que toda esa gente que cierra playas caninas, nunca necesiten un perro que los rescate".
Perros socorristas de Torre del Mar
Queen, Oso y Mai son los terranovas que forman parte de la unidad canina de Torre del Mar. Junto a ellos están los labradores Nancy, Bronw y Buddy. Aparte, hay dos colaboradores más, como Pancho, un mestizo con una gran habilidad en el trabajo de rescate.
Los perros están entrenados específicamente para rescates acuáticos y son capaces de arrastrar hasta dos toneladas, nadar tres millas náuticas y arrastrar hasta seis personas a la vez, según recoge el diario Málaga Hoy.
Preocupación por la seguridad de los perros
La seguridad de esta unidad canina es prioridad en el programa de salvamento en Torre del Mar. Cada perro está equipado con dispositivos de flotación especiales, como chalecos con airbags integrados, diseñados para que siempre mantengan la cabeza fuera del agua.
La rutina de estos perros está organizada para garantizar su bienestar. Llegan a la central a las 11.30 horas, donde ya están preparadas sus carpas y ventiladores. Empiezan a patrullar a las 12.00 y trabajan en turnos de una hora u hora y media.
Además, los perros viven con sus guías y se les proporciona sombra, aire acondicionado, ventiladores y todo lo necesario para mantenerlos hidratados y cómodos. "Cada perro tiene un vínculo especial con su guía, lo que asegura que siempre estén bien cuidados y protegidos", explica Manuel Durán, gerente del programa Unidad Canina de Emergencias (U.C.E).