La reaparición de Simone Biles en los Juegos Olímpicos de París es otro ejemplo de que por mucho que toques fondo, se puede volver a coger impulso y brillar de nuevo, como también demostró hace poco la cantante Amaia Montero en el concierto de Karol G en Madrid.
Un amor que venció a la ansiedad
Simone Biles cuenta con ocho medallas olímpicas en dos ediciones, cuatro de ellas de oro. Sin embargo, una amarga experiencia en Tokio hizo que la deportista de 27 años se retirase de la competición por anteponer su salud mental.
Sus apoyos principales durante este tiempo, además de su pareja, familia y psicólogo, son seres de cuatro patas: sus dos bulldogs franceses, Lilo y Rambo. Los dos perros ocupan un lugar muy importante en su vida.
Lilo se unió a su familia en noviembre de 2017, seguido por Rambo en enero de 2020. Estos perros son más que simples mascotas para Biles; son una parte crucial de su sistema de apoyo, brindándole consuelo y alegría en los momentos buenos y malos de su vida.
Simone Biles habla a menudo sobre el profundo apego que tiene con sus perros. En una entrevista, mencionó cómo ellos mejoraron su vida y le trajeron felicidad en tiempos difíciles. Ella los describe como el "mayor tesoro" que podría tener y no los cambiaría por nada.
De hecho, sus perros ya fueron un apoyo vital durante la pandemia de COVID-19, le ayudó a mantener la tranquilidad mental.
Y a sus dos tesoros se une Zeus, el perro de su pareja Jonathan Owens, futbolista americano.
Tanto adora a los perros que tienen su propia cuenta de Instagram, donde aparecen fotografiados en todo tipo de situaciones: vestidos con las camisetas de los Packers para animar a Owens, bajo el árbol de Navidad con el traje de Santa Claus o disfrazados.
Mis perros han mejorado mi vida significativamente. No lamento el trabajo que dan. No les cambiaría por nada".
Beacon, el Golden Retriever de apoyo
Además, está Beacon, el adorable golden retriever que acompaña a Simone Biles y sus compañeras después del punto de inflexión que supuso para las gimnastas Tokio 2020 y que estuvo presente en las fases clasificatorias para París.
Beacon supone un importante apoyo emocional para las atletas norteamericanas, tal y como recoge la revista '¡Hola!'. Se encarga de acompañar a las deportistas en todo momento, incluso en los descansos, para asegurarse de que se relajen en los momentos más tensos.
Al traducir su nombre al castellano, vemos que uno de sus significados es 'faro', lo que es bastante acorde a su papel, ya que es el guía de todas los gimnastas de Estados Unidos en momentos de estrés.