La nadadora olímpica Sharon van Rouwendaal ha vivido uno de los momentos más emotivos de su carrera al dedicar su reciente victoria en el maratón acuático por el río Sena a su difunto perro, Rio.
La pérdida de su fiel compañero la ha dejado devastada, pero también la ha impulsado a lograr el oro en París.
Un oro dedicado a la memoria de su perro Rio
Hace unos días, Sharon van Rouwendaal demostró una vez más su fortaleza y determinación al conseguir la medalla de oro en el maratón acuático celebrado en el río de la capital francesa.
Este triunfo, sin embargo, ha estado marcado por un profundo dolor personal: la muerte de su inseparable perro Rio.
La nadadora ha confesado que la pérdida de su perro la sumió en una profunda tristeza, haciéndole cuestionar su futuro en el deporte:
"Cuando mi perro murió, perdí toda motivación para seguir entrenando", dijo Sharon después de la carrera. "Sentí que mi mundo se estaba desmoronando y no podía encontrar la concentración para seguir nadando".
Un homenaje que culmina en el podio
Su padre, que desempeña un papel importante en su vida y su carrera, la animó a honrar la memoria de Rio, continuando con su entrenamiento y, sobre todo, dedicando esta carrera olímpica al animal.
A pesar del inmenso dolor, Sharon encontró en la memoria de Rio la motivación para seguir adelante. Inspirada por el amor hacia su perro, y con un tatuaje de la huella de Rio en su muñeca, decidió ir a por todas en los Juegos de París 2024.
Y fue así como al final de su carrera, la joven besó su muñeca, donde tiene grabada a tinta la pata de su perrito pomerania. ¡Un bello y más que merecido homenaje!