Esto es lo que les pasó el pasado 30 de junio a los propietarios de Lucy. Todo iba sobre ruedas hasta que llegaron al aeropuerto, listos para emprender su viaje.
Y es que, tan pronto como bajaron del vehículo, se dieron cuenta de que se habían dejado un artículo de primera necesidad: ¡la correa de su terrier escocés!
Una innovadora solución
Los cuidadores de Lucy no tuvieron más remedio que improvisar una solución para que el animal pudiera pasar los controles de seguridad.
No lo dudaron ni un segundo más: se dispusieron a atar varias decenas de bolsitas para fabricar una correa.
En la leyenda del vídeo, la propietaria de Lucy compartió su preocupación: "Estamos en el aeropuerto y se nos ha olvidado la correa... Esta es nuestra única opción."
Y aunque no era la alternativa más resistente, las bolsitas hicieron su función hasta que los cuidadores de la perrita pudieron acceder a la zona de compras y hacerse con una nueva correa.
'Mamá, qué vergüenza'
A juzgar por las imágenes, lo cierto es que a Lucy no pareció convencerle demasiado la decisión y lanza una mirada incómoda a la cámara, como si le diera vergüenza llevar una correa hecha con bolsas para la caca.
Desde su publicación, más de tres mil usuarios se han partido de risa con el vídeo:
"Está diciendo: '¿encima te ríes, mamá? Qué vergüenza.'", señalaba un usuario. "¡Excelente solución! Podemos decirle a la gente que es una correa de Balenciaga", bromeó otra persona. "Ojo, que esas bolsas son más fuertes de lo que parecen.", añadió un tercero.