Para las personas el cambio de hora significa que retrasar una hora los relojes y despertadores y que temporalmente podemos estar un poco más cansados hasta adaptarnos.
Sin embargo, los perros son criaturas de costumbres, necesitan una rutina para sentirse seguros y protegidos. Si se cambia la hora, como ocurre justo este fin de semana al horario de invierno, su rutina diaria se verá repentinamente alterada.
Cambio de horario: el perro quiere salir a pasear más temprano
Aunque puedas dormir una hora más a partir del domingo, es muy posible que tu perro te eche de la cama a la hora habitual, es decir, una hora antes. Su reloj biológico le exige lo de siempre: quiere salir a la calle al ritmo habitual. Así que no te sorprendas si tu perro parece más inquieto de lo normal.
Pasado el fin de semana, es posible que tu perro cause algunos problemas al principio porque espera que llegues a casa del trabajo una hora antes. Especialmente si tu perro no se siente especialmente cómodo solo, puede orinar accidentalmente en casa o incluso romper algo mientras no estás. También es muy posible que esté más impaciente esperando su comida y su paseo.
Lenta transición del perro del verano al invierno
Para que el cambio de hora de invierno sea lo más fácil posible para tu perro, debes intentar acostumbrarlo poco a poco. Retrasa sus hábitos cotidianos (comida, paseos, juegos…) unos minutos más cada día.
De esta forma se va acostumbrando a los nuevos tiempos. Ten paciencia y trata de responder a las necesidades del perro lo mejor posible.
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