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Eugenia Martínez de Irujo, destrozada de dolor.

© Europa Press

"Estoy destrozada… ¿qué voy hacer ahora sin ti?": el desgarrador adiós de Eugenia

Por Lola Duarte Periodista

Publicado el

Eugenia Martínez de Irujo, hija de la duquesa de Alba, abre su corazón en Instagram y emociona a miles.

El amor por un animal es un lazo inquebrantable, y cuando llega el momento de despedirse, el dolor es inmenso. Eugenia Martínez de Irujo atraviesa uno de esos momentos devastadores tras la muerte de Nacho a quien adoptó hace cinco años.

Con el corazón roto, ha compartido en redes su tristeza, describiendo a Nachete, su adorado mastín, como un ser noble e irreemplazable, al que extraña en cada minuto del día.

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El adiós más doloroso: Eugenia Martínez de Irujo llora la pérdida de su querido Nacho

Las palabras de  Eugenia Martínez de Irujo han conmovido a miles: "Estoy destrozada… Vengo de dormir a unos de mis perros adorados. Lo último que me esperaba… No paro de llorar, mi Nachete. Qué voy hacer ahora sin ti"

En vídeo:

Son las palabras que la hija de la duquesa de Alba le dedicaba a su perro en Instagram el 1 de marzo, red social donde los amantes de los animales la arropan en este duelo que sólo quienes aman a un perro pueden comprender.

"Qué noble tu corazón. Quien ama a estos seres y les rescatamos siento que tenemos una gran conexión con Dios por esta labor tan de corazón"; "Es un dolor desgarrador y un duelo muy duro. No hay consuelo. Pero sí la gratitud del tiempo compartido".

Todos le acompañan en el sentimiento y empatizan con ella porque también han pasado por ello: "Es un dolor horrible. Mi adorado perro cerró sus ojos hace más de un mes y sigo llorando. Se nos rompe el corazón".

Un nuevo comienzo: adopta dos perros retirados de la Guardia Civil

Aun con tristeza, Eugenia Martínez de Irujo ha encontrado luz y a los días anunciaba una buena nueva: "La semana pasada firmé los contratos de adopción de dos perros de la Guardia Civil retirados y que para mí son héroes y han trabajado toda su vida para el bien social"

Y hace la presentación correspondiente de los dos. "Tango es un labrador de 8 años y que trabajó siempre en explosivos en Vitoria. Y Capone es un abuelito de 10 años y siempre estuvo en el aeropuerto y es de drogas".

Dos perros que se unen a su familia animal y que, sin duda, tendrán una digna jubilación junto a Eugenia. "Estoy muy feliz de poder darles un hogar y mucho cariño en el final de sus días, como bien merecen".

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