Cara tenía entonces seis años, y estaba jugando cerca de su casa cuando de repente escuchó un ruido extraño.
Tentada por la curiosidad, se dispuso a averiguar de dónde provenía el sonido.
Una auténtica heroína
La pequeña enseguida se dio cuenta de que el sonido provenía de una pila de palés de madera. Con sus propias fuerzas, movió la madera y apartó las piedras para descubrir qué había debajo.
Cara corrió a casa a buscar a su padre, quien inmediatamente se dio cuenta de que aquello no se trataba de un simple accidente: la perra no había caído en el hoyo por casualidad, la habían abandonado a su suerte.
El padre de Cara sacó al animal del agujero y pudo ver más de cerca que se trataba de una hembra gravemente desnutrida y ciega.
Un nuevo comienzo para Bella
La familia llevó a la perra a casa para que se recuperara, y Cara la llamó Bella.
Al día siguiente, contactaron con el Centro de Reubicación Rainbow, en Londonderry, Irlanda del Norte, para que les ayudaran a encontrarle un nuevo hogar.
Los voluntarios de la organización recogieron a Bella y la llevaron al veterinario para un chequeo.
La buena noticia sobre el suceso, que ocurrió en 2014, llegó tan solo unos días más tarde: una familia estaba dispuesta a ofrecerle un nuevo hogar a Bella en el que pasar sus últimos años rodeada de cariño.