Las autoridades locales, junto con la Policía Municipal y Nacional de Lisieux, en Normandía, intervinieron el pasado 25 de julio en el domicilio de una mujer que había comprado una perra sin identificar a través de una web de compraventa en septiembre de 2024.
La perra, de raza beagle, bautizada con el nombre Espoir, ha vivido hasta ahora en condiciones deplorables, sin acceso a comida, agua ni paseos.
Con esta, es la quinta incautación realizada en el domicilio de la mujer en tres años, quien poseía un total de cinco perros y tres gatos, aunque legalmente no se le permitía tener animales.
Una problemática que afecta a todo el mundo
Las asociaciones y las fuerzas del orden siguen dando la voz de alarma sobre los riesgos relacionados con la compraventa de animales sin identificar, lo cual está estrictamente prohibido.
Los voluntarios, por tanto, han querido hacer un llamamiento a una mayor vigilancia y a la responsabilidad de todos: "Dar un animal a cualquiera es participar en el sufrimiento de estos seres indefensos", recuerda uno de ellos.
Gracias a la rápida intervención de las fuerzas del orden, la pequeña Espoir podrá finalmente recuperar la confianza en un refugio antes de ser ofrecida en adopción.
Una rayo de esperanza
La movilización de los policías y agentes municipales ha permitido salvar a esta perra que, a pesar de su difícil pasado, tendrá la oportunidad de vivir una nueva vida. Las asociaciones han agradecido a las fuerzas del orden, comprometidas en la lucha contra el maltrato animal.
Espoir, como su nombre indica, simboliza la posibilidad de un renacer. Por el momento, la perra pasará por cuidados adaptados y mucho afecto hasta que olvide su calvario y pueda conocer finalmente la dulzura de un hogar definitivo.
Esta situación ilustra un problema más amplio: la facilidad de acceso a los animales a través de plataformas de donación o venta en línea, lo que puede fomentar situaciones de maltrato.