A Grant Lamont le costará olvidar lo que experimentó el pasado 25 de agosto de 2025 en el sendero Danimal North en Whistler, Canadá.
Junto con su fiel compañera Beans, una perra leopardo de Catahoula de cinco años, el hombre había salido para su habitual ruta en bicicleta de montaña, sin saber que poco después ambos temerían por sus vidas.
Un gruñido que lo cambia todo
Aproximadamente a mitad de camino, Beans empezó a gruñir. Segundos después, dos coyotes bajaban corriendo por la ladera de la montaña, directamente hacia ellos.
Uno de los coyotes miró a Beans de forma amenazante. Al ver la escena, el hombre le lanzó una piedra al coyote más agresivo, que le alcanzó en la cabeza y, junto con su compañero, se fueron alejando.

Huida al coche
Pero el peligro no terminó ahí. Mientras Lamont y Beans se apresuraban hacia el coche, los coyotes los seguían vigilando.
"Creo que no había conducido tan rápido en diez años", diría Lamont más tarde. Beans fue más rápida y llegó al coche antes que él.
Alerta en Whistler
Inmediatamente después del incidente, Lamont denunció el ataque a las autoridades.

Lo que dicen las autoridades
Según las autoridades forestales, los coyotes muestran con mayor frecuencia un comportamiento defensivo en esta época del año, cuando protegen a sus crías o fuentes de alimento.