En noviembre de 2024, esta perra mestiza de pitbull-terrier, de 34 kilos, fue recogida por la asociación Best Friends Animal Society.
Vagaba por las calles de Nueva York (Estados Unidos), debilitada y con claros signos de maltrato, antes de ser acogida por una familia de acogida. Semanas después, encontró una familia dispuesta a adoptarla.
Pero la adopción solo duró seis meses.
Ante agendas demasiado ocupadas, los adoptantes decidieron devolver a Macchiato al refugio, al considerar que ya no podían cuidarla adecuadamente. Una decisión difícil, pero que asumieron, según cuenta la asociación.
Un diagnóstico definitivo
De vuelta en el refugio, los voluntarios notaron un bulto inusual en el cuello de la perra y no tardaron en realizarle una biopsia.
A pesar del sombrío pronóstico, los miembros de la asociación consideraron que el animal merecía vivir sus últimos meses en un entorno cálido.
Una adopción para acompañarla en su fin de vida
Por ello, Macchiato necesitaba una nueva familia dispuesta a acompañarla en cuidados paliativos.
Sin dudarlo, aceptó llevarla de nuevo a su casa para ofrecerle un final de vida lleno de amor.
Gracias a él, Macchiato no tuvo que afrontar sola esta nueva prueba. Hoy vive sus últimos momentos en un entorno que conoce, rodeada de afecto.