Linda Rose no puede pasar un día sin ver a la perra de sus vecinos.
Emmy y Linda Rose entablaron amistad a principios de 2024, cuando los vecinos de al lado se la presentaron.
Amor a primera vista
Desde su primer encuentro, el padre de Emmy, Russell Fenton, supo que Linda Rose sería una amiga valiosa para su labrador retriever.
Cada día, Emmy es recibida con gritos de alegría y una invitación a entrar en casa de su nueva amiga. Pero, a veces, no oye cuando viene la perra, y el animal no tiene forma de avisar de su presencia.
Cuando se encuentra delante la puerta de su mejor amiga y nadie se presenta en la entrada, Emmy se siente visiblemente desolada, tal y como señala Linda.
Una solución ingeniosa
Al no ser muy dada al ladrido, decidió reemplazar su timbre por un modelo más adaptado a los perros.
Desde entonces, Emmy siempre sigue el mismo ritual: corre por la casa y atraviesa su jardín. Luego, se "cuela" en de Linda Rose, y se dirige a su puerta, donde presiona con su hocico un timbre situado a la altura de su hocico hasta que Linda Rose le abre.
Un verdadero ritual
En el vídeo a continuación, se puede ver a Emmy esperando pacientemente en el porche durante minutos, empujando el timbre repetidamente con el hocico y con las patas delanteras dentro de unas zapatillas para perros.
En cuanto la puerta se abre y ve el rostro de Linda Rose, la cola de Emmy se agita frenéticamente y corre hacia el interior, muy contenta, mientras su cuidador la espera fuera.