Al otro lado de la línea se encontraba la mujer interesada en adoptar a Milo.
Por desgracia, llamó para informar que se retractaba: su pareja no estaba de acuerdo con la adopción, a pesar de que el refugio insistió en que la decisión debía ser conjunta.
Un jarro de agua fría y un apoyo inesperado
La noticia fue un duro golpe para Jill. La mujer, que lucha cada día por ofrecer una nueva vida a animales abandonados, no pudo ocultar su tristeza.
Jill no pudo evitar emocionarse con el gesto del animal.
Más tarde, publicó una foto del momento en Facebook, donde añadió que Milo "percibió perfectamente sus emociones y quiso consolarla".
Un perro que espera un milagro
Milo había sido rescatado meses antes. Anteriormente, estuvo en un refugio, donde fue incluido en una lista para sacrificarlo. Por suerte, el Outta the Cage reaccionó a tiempo.
Milo es alegre, le encanta la gente, los paseos y hasta cuenta con un pequeño "baile alegre", que realiza cada vez que ve a alguien cercano. "Es un perro que da más amor del que ha recibido", señala Jill.