Miércoles, 5 de noviembre de 2025. Brome es una pequeña localidad situada en el distrito de Gifhorn, Alemania.
13 policías y nueve empleados de la oficina veterinaria se abren paso aquella mañana a través de la discreta puerta de un domicilio tras varias denuncias de protección animal contra los propietarios.
El horror tras las puertas
"Nunca había ocurrido algo así antes en el distrito", explica un portavoz al día siguiente.
Allí rescataron un total de 67 animales.
Entre ellos, golden retrievers, caniches miniatura, pastores australianos, crestado rodesiano y bracos de Weimar, muchos de los cuales apenas podían mantenerse en pie, además de varios cachorros.
Un negocio sucio
Según informaciones aún no confirmadas por la NDR, la pareja llevaba muchos años criando y vendiendo perros.
Por el momento, se ha dictado una prohibición provisional de tenencia de animales contra la pareja, y ya hay un procedimiento penal en curso por infracciones de la Ley de Protección Animal.
Demasiados perros
Debido a que los refugios de animales de la región están completamente desbordados, los 67 perros tuvieron que ser distribuidos por refugios y hogares de acogida de todo el país.
Allí serán examinados por un equipo veterinario hasta que se recuperen. Ahora, muchos de ellos necesitan atención constante, y algunos de ellos todavía luchan por sobrevivir.