Michael Naylor y su perra Minnie eran inseparables. Desgraciadamente, la tragedia los separó.
El cáncer de páncreas que le diagnosticaron a Michael ya no le permitía cuidar del perro.
Almas gemelas
Michael había estado con Minnie desde que la perra era un cachorro, y la separación fue un duro golpe para ambos.
El hombre se resignó a que la enfermedad lo venciera, pues había días en los que no podía ni moverse de la cama.
"Mi madre no era capaz de sacar al perro a pasear", recuerda Michael. El perro no quería separarse de su querido cuidador ni un minuto.
Una separación que los marcó
El duro tratamiento obligó al hombre a tomar una decisión tajante: llevar al perro en una protectora.
El animal pasó allí todo su primer año. Minnie sufrió profundamente la ausencia de su cuidador: se mostraba triste, sin energía, claramente afectada por el cambio.
Con el tiempo, una familia se interesó por ella y decidió adoptarla. Pero la alegría duró poco: dos años después de su separación, Minnie regresó otra vez al refugio.
Mientras tanto, la vida de Michael también dio un giro inesperado. Descubrió que su diagnóstico inicial había sido erróneo: el tumor no se encontraba en el páncreas, sino en el intestino. Surgió entonces una posibilidad real de remisión.
El reencuentro tras años
En cuanto empezó a sentirse mejor, Michael decidió que quería volver a ver a su perra. Cuando se puso en contacto con el refugio, le dijeron que Minnie seguía allí. No lo dudó ni un segundo y corrió a reencontrarse con ella.
"Siempre estuvo a mi lado y ahora por fin yo puedo estar al suyo", confesó Michael en una entrevista. Su reencuentro ha emocionado hasta las lágrimas a los usuarios de la red social YouTube.