En Wamiz no somos partidarios de ver a los animales en cautividad pero debemos reconocer que, a veces, en los zoológicos suceden historias sorprendentes.
Esta que te contamos está protagonizada por un león de 220 kilos, llamado Bonedigger, y un perro de raza salchicha de nombre Milo.
Una amistad increíble
Bonedigger conoció a Milo y a otros tres cachorros de la misma raza cuando solo tenían cuatro semanas de edad. Lo llamativo es que, desde el principio, los perros parecieron darse cuenta de que el león era un animal muy especial y delicado, pues sufría de una enfermedad osea metabólica.
Todas las personas que contemplaron la amistad entre Milo y Bonedigger pensaban igual, eran amigos, sí, pero el perro fue también el protector del gran felino. Ambos vivieron en el G. W. Exotic Animal Park, en Oklahoma (EEUU).
No podían separarse ni un segundo
A Milo le encantaba cuidar de Bonedigger e incluso ¡le limpiaba los dientes! Y el león, por su parte, se molestaba mucho cuando el can se separaba de él aunque solo fuera un rato.
La última vez que supimos de estos dos amigos fue en 2013, años después el parque zoológico en el que vivieron fue cerrado tras varias denuncias de irregularidades (según puede leerse en esta entrada de Wikipedia). Los animales fueron repartidos por otros zoos y centros de recuperación. ¡Ojala les fuera bien a ambos!