Loryn, una preciosa perrita de raza golden retriever, lleva una vida de ensueño en una gran casa de campo.
Vive en plena naturaleza rodeada de animales. Además, la vida le hizo otro regalo cuando una amiga de su humana trajo a casa a la que se convertiría en su hermana del alma, Nola.
Una golden muy campera
Andrea, la joven granjera que cuida de ambas, quiso hacer pública su vida creando una cuenta de Instagram en la que comparte fotos de una vida que parece una película.
Y es que uno de los mayores placeres de Loryn, aparte de disfrutar del aire libre de la granja, es estar en contacto con diferentes animales.
En 2017, Andrea acogió en la casa de campo a cuatro nuevos miembros: unas cabritas recién nacidas.
Instinto maternal
En un abrir y cerrar de ojos, Loryn se había adueñado de ellas, cuidándolas tanto como podía y manteniéndolas calientes. ¡Toda una madraza!
Ninguna diferencia
Las cabras, llamadas Mia, Dalila, Daisy Mae y Henry, parecían no ver la diferencia entre ellas y Loryn, y tuvieron una infancia feliz junto a la perrita.
Ahora, ya adultas, siguen teniendo un vínculo único con Loryn.