Probablemente, todas las personas que comparten su vida con un perro habrán pasado un buen rato alguna vez riéndose de las distintas reacciones de estos frente a los espejos.
Los hay que se acercan para ver quién se esconde al otro lado, otros se quedan mirando pasmados y también están los que invitan a jugar a su propia imagen.
"¡Mami, mami! ¡Hay un perro en el espejo!"
En el vídeo que compartimos hoy contigo, la reacción de su protagonista, un cachorro de dálmata, es de lo más variopinta y pasa por ¡todos los estados posibles!
Al principio ni siquiera parece darse cuenta de la presencia del espejo. Pero cuando lo hace veremos cómo se pone nervioso y establece varias estrategias mentales para manejar la situación.
Reacciones muy divertidas
Primero mira y se marcha con el deseo seguramente de que ese otro perro desaparezca. Pero al volverlo a ver aparecer decide intentar jugar con él. Como ve algo raro en todo esto, golpea el espejo para espantarlo y, al final, intenta amedrentar a su reflejo ladrándole.
"La cosa se complica", debió pensar. Así que, al final, opta por el camino más seguro... intenta subirse a la cama de su familia humana. "Seguro que cuando despierte ya se habrá ido", imaginó.
Por cierto la ciencia todavía está indagando si los perros entienden o no el mecanismo de su imagen refleja.