Maria Margherita Lochi encontró a Tommy cuando era solo un cachorro. Ambos crearon un vínculo increíble y, en los siete años que pasaron juntos, apenas se separaron un solo día.
Fue entonces cuando la tragedia sobrevino con el fallecimiento de la mujer, dejando a Tommy sin el amor de su vida.
Cada día vuelve al último sitio en el que la vio
Tommy, un perro de raza pastor alemán, asistió al funeral de María, que se llevó a cabo en una modesta iglesia de la pequeña ciudad de San Donaci (Italia).
Varios fieles se ofrecieron a acoger al animal después del servicio religioso...
Ahora el perro viene todos los días y vive resguardado a pocos metros de la iglesia, en la que vio por última vez a su mamá humana. Acude a la misa, aguarda paciente a que finalice, y luego se marcha. Así cada tarde.
Una lealtad sin límites
Su lealtad es infinita y el bueno de Tommy probablemente espera a que un día se produzca el milagro de que María regrese; por eso la aguarda en el último sitio en el que sintió su presencia, la iglesia donde se celebró su misa de difuntos.
Convertido por deseo popular en el perro oficial de San Donaci un grupo de personas se han organizado para cuidar a Tommy y que se encuentre lo mejor posible.
Su mamá, allá donde esté, puede estar orgullosa de su maravilloso amigo.