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casa con cartel prohibido perros

Imagen de una casa de Asturias con un cartel de prohibido perros

© Wamiz

No quería perros en casa: cuando su hija llega con uno, hace algo que deja al pueblo entero sin palabras

Por Vanessa Parapar Periodista

Publicado el Actualizado el

En Piedras Blancas, una localidad de Asturias, aún no dan crédito. Mi madre, esa persona que no quería perros ni en casa ni en su bar, hizo algo con mi cachorro que dejó a decenas de personas sorprendidas.

Wamiz en primera persona 🖋

'Mi madre no quiere perros en casa y mi abuelo tampoco. ¿Qué vamos a hacer con Loki cuando vayamos a Asturias?'' Esas palabras fueron mi peor pesadilla cuando decidí compartir mi vida con mi perro, un hermoso sheltie con semblate de zorro y carácter coqueto de apenas 5 meses de edad.

De mi cabeza no podía borrar la imagen de mi querida mamá diciéndome que Loki no iba a entrar en las habitaciones ni tendría derecho a jugar en la alfombra del salón (véase la foto que comparto bajo estas líneas). Para ella, según me dijo antes de coger el avión París-Asturias con mi perro y mi novio, Loki estaría todo el día en la terraza y en la calle. Y no había nada más que discutir.

Muerta de miedo (no lo voy a negar) pero con la esperaza de que mi cachorro sheltie ablandase el corazón de mi madre, de mi abuelo y del resto de la familia, salimos rumbo a Asturias a pasar varias semanas de vacaciones y teletrabajo. ¿Qué pasó cuando llegamos allí?

loki en la alfombra del salon
Loki no tenía derecho a echarse sobre esta alfombra 😂😂 ©Wamiz 

Loki se salió con la suya

Mi madre, que es conocida en todo el pueblo porque regenta el restaurante de la familia, con más de 35 años de solera, nos dio una lección de vida (otra más) que no pasó desaperciba entre familiares, amigos y clientes. Ella, que nos dejó muy clarito que el perro era un perro, que el perro no era su nieto, que el perro no iba a entrar en casa ni mucho menos en el bar..., cayó rendida ante la carita de pena del animal mientras aseguraba que nunca creyó que un animal pudiese dar tanto amor. Estaba equivocada y lo asumía con Loki en su regazo. 

''Loki fue lo mejor que me pasó este verano'', contaba emocionada con el cachorro en sus brazos delante de decenas de personas que esperaban para cenar en su restaurante. ''Abuela orgullosa'', le replicaba, entre risas, algún simpático del pueblo que intentaba buscarle las cosquillas. Este jamás lo consiguió. 

A los pocos días de llegar mi madre era carne de meme. Esos que se identifican con las siguientes palabras: ''mi madre no quería perros en casa y...'' 👇👇
loki sheltie cama con mi madre
Al fondo mi madre, la que no quería perros en casa ©Wamiz

Nadie daba crédito a las palabras de mi madre. Pero yo desde el minuto que se cruzaron sus caminos, sabía que estaban hechos el uno para el otro.

Desde que Loki se le acercó en el aeropuerto, algo había surgido entre ellos. Eso lo noté desde que mi madre, la que decía que el perro no iba a salir de su mochila durante el trayecto en coche, insistió en sacar al cachorro de su transportín para llevarlo atado en el coche tal y como indica la ley. 

Si al episodio del coche le añado el hecho de que Loki tenía en casa todos los enseres -a estrenar- que necesita un perro cuando llega a casa por primera y su correspondiente saco de pienso... La cosa no pintaba tan mal como parecía antes de irnos de París con los nervios de la primera vez.

A Loki le costó un poquito interactuar con su familia asturiana, no los había visto nunca, pero le bastaron unas horas para conquistar la vivienda y robarle el corazón a mi madre y a mi abuelo (otro que no quería perros en casa). ''Los perros tienen que estar en el campo, en libertad, no en un piso''. Esa fue alguna de sus perlitas que contradicen a la frase que nos dijo al día siguiente de llegar: ''No llevéis al perrito a la playa, hace calor. Está mucho mejor en casa conmigo''.

Dicho y hecho. Loki esa tarde se quedó con el abuelo en casa y ambos lo pasaron de maravilla. 

loki sheltie abuelo en la cocina
Loki a los pies de mi abuelo, otro que no quería perros en casa ©Wamiz

Loki se convirtió en su sombra

Día tras día, el perro estaba más entre las piernas de mi madre y mi abuelo que echado sobre mis zapatillas. ¿La razón? Ellos sabían cómo consentirlo. De repente y sin querer (activamos el modo irónico); bien a mi madre o a mi abuelo se les caía un trocito de miga de pan, un poquito de jamón, una galleta, una sabrosa golosina para perros, un suspiro de jamón...

Loki solo come sus croquetas en casa y no tiene derecho a reclamar comida a los comensales. Para mi madre esta pauta es muy injusta y cuando regañamos a Loki por pedir un bocado se interpone.

Y si a eso añadimos mañanas, tardes y noches enteras de caricias, atenciones y frases bonitas ¡poco más queda por decir! 

''Menos mal que es un perro y no un bebé sino no haríamos nada. Yo no iría ni a trabajar'', aseguraba mi madre a mi abuelo mientras jugaba con Loki por toda la casa.
loki sheltie con su abuela asturias
Desde que lo vio, mi madre no puedo resistirse a los encantos de Loki ©Wamiz

''Los padres están para educar y los abuelos para consentir''. Esa fue la frase más repetida durante las semanas que estuvimos en Asturias con Loki y las consecuencias de tanto amor se ven ahora reflejadas. Cada vez que hablo con mi madre o con mi abuelo por teléfono, Loki lame el móvil tal y como los lamía a ellos en vivo, y los busca por toda la casa.

Lamentablemente, estamos separados por miles de kilómetros pero ¡ya contamos los días para volver a esa casa donde jamás iban a entrar perros y disfrutar de su maravillosa compañía! 😂😂

vanessa parapar loki y madre vanessa
Mi madre con Loki en brazos y yo. ¡Foto de familia! ©Wamiz
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