Rob Jerry salió a primera hora de la mañana a pasear con su perra, una cuadrúpeda de gran tamaño llamada Sadie. Todos los días, este tándem disfruta de una agradable, saludable y tranquila caminata matutina.
Pero lo que Rob no sabía era que su perra haría algo que cambiaría su vida para siempre.
De un momento a otro, Sadie se mostraba reacia a volver a casa. En ese instante, Rob se dio cuenta de que algo iba mal. Su perra lo ignoraba y permanecía inmóvil mirando al infinito.
Rescate repentino
Preocupado, Rob se acercó a su perra, y comprobó que Sadie tenía una razón de peso para no moverse de ese lugar. Junto a ella yacía un hombre de 90 años que gemía en voz baja. Según publicaron medios locales, el nonagenario se había desplomado cuando salió a recoger su periódico.
Sin un minuto que perder, Rob pidió ayuda urgente. Aunque la verdadera heroína de la historia es Sadie, la perra no abandonó el lugar hasta que llegaron los servicios de emergencia y se llevaron al hombre.