La Comandancia de la Guardia Civil de Barcelona ha celebrado este jueves la jornada "Lucha contra el maltrato animal y actuaciones policiales con cánidos" en la cual la profesora del Grupo de Investigación en Perfilación y Análisis de la Conducta Criminal de la Universidad de Barcelona (UB) Nuria Querol ha subrayado que los cuerpos policiales no deben pasar por alto el trasfondo de los delitos contra el bienestar animal.
Querol ha instado a los operarios de la policía a mirar más allá porque este tipo de maltrato esconde, en muchos casos, otras realidades. Según la experta, los menores que maltratan animales pueden hacerlo como respuesta a un maltrato o abuso sexual sufrido en sus propias carnes.
''Un delito centinela''
Según datos de la Guardia Civil, el maltrato animal aumentó en el año 2021 y se ha convertido, a ojos de los expertos, en un ''delito centinela''; indicador de otros muchos más graves como:
- Violencia de género
- Pornografía infantil
- Maltrato
- Abusos sexuales a menos
- Radicalización violenta
- Crimen organizado
- Tráfico de especies
Por ello, Querol señaló en varias ocasiones durante su ponencia lo siguiente: ''los casos de maltrato pueden esconder que está ocurriendo algo más''. Y añadió: ''el maltrato animal, por parte de menores de eddad, puede ser una respuesta a abusos sexuales, maltrato o incluso acoso escolar que ellos mismos puedan estar sufriendo''.
Proteger a los menores
La intervención multidisciplinar con los menores es clave, a tenor de las palabras de la investigadora, para descrifrar qué se esconde tras este tipo de maltrato.
"Tenemos una responsabilidad para con los menores. Un menor que hace esto, aquí tienen que intervenir educación, servicios sociales, a veces casos muy graves de maltrato hacia los animales, con componentes de tortura y sadismo importantes", subrayó Querol.
Los animales, víctimas de la violencia familiar
Asimismo la profesora pone de manifiesto que en casos de violencia familiar (tanto de género como infantil o filiopaternal); el maltrato animal es usado, en muchos casos, por los agresores para coaccionar a sus víctimas y ejercer "poder y control" sobre ellas.
En este sentido, Querol da ejemplos muy claros: ''coaccionan a las víctimas alcanzando grados extremos de crueldad animal: patas rotas, arrancar ojos, agresiones sexuales, quemaduras de cigarrillo...''
Desgraciadamente, este tipo de situaciones (en la mayoría de los casos cuando hay menores de por medio) terminan en ''muertes por compasión''. Un término que implica lo siguiente: ''Llega un momento en el cual el menor no soporta más ver a su animal sufrir y la única salida que ve es matarlo".
Querol da cifras muy concretas sobre esta problemática, basadas en estudios desarrollados por su grupo de trabajo:
- El 94 % de las víctimas de violencia familiar encuestadas indicaron que el agresor también cometía maltrato animal.
- Un 42% de condenados por distintos delitos violentos admitió también haber maltrado animales.
Durante la jornada en la que participió Querol, los distintos ponentes (entre los que se encontraban jueces, fiscales y miembros de la Guardia Civil) subrayaron la necesidad de sensibilizar a la población sobre el maltrato animal así como los avances legislativos que se están realizando en esta materia en los últimos años. De entre todos ellos destacaron que la ley Protección Animal penará el maltrato con hasta 12 años de cárcel.
A tenor de datos expuestos durante la charla catalana, en España unos 200.000 perros y gatos son abandonados por sus dueños cada año y cerca de 60.000 animales son maltratado en fiestas populares.
Salva vidas, ¡adopta un animal!
También te puede interesar: