El cachorro, que tiene los ojos bien abiertos a las dos o tres semanas después de haber nacido, empieza muy rápidamente a explorar alrededor de su “nido”, y a llevar a cabo sus primeros aprendizajes.
Pero, ¿cuándo empezar a educar a un cachorro?
El cachorro va a aprender a comunicarse con sus hermanos y hermanas (y con otros perros), a moverse correctamente y a descubrir el mundo exterior.
Es entonces el momento en el que puedes empezar a enseñarle las primeras cosas.
Cuándo empezar a educar a un cachorro
Se puede empezar a educar a un cachorro desde el momento en que se le trae a casa, generalmente alrededor de las 8 semanas de edad.
Aunque los cachorros son muy jóvenes, tienen una gran capacidad de aprendizaje en esta etapa, y es importante aprovecharla para establecer buenos hábitos desde el principio.
Un cachorro está listo para comenzar su educación cuando muestra signos de desarrollo cognitivo y social básicos.
Algunas señales que indican que un cachorro está listo son:
- El cachorro puede mantener la atención durante unos segundos e interactúa con tu voz o movimientos.
- Los cachorros que empiezan a explorar su entorno, a oler y a morder con curiosidad objetos, están en una etapa en la que están abiertos a nuevas experiencias y pueden aprender a distinguir lo que está permitido y lo que no.
- El cachorro empieza a reconocer su nombre o responde cuando lo llamas.
- El cachorro interactúa con otros perros o personas sin mostrar miedo excesivo. Esto significa que está en una etapa adecuada para la socialización y el entrenamiento.
- El cachorro muestra signos de entender algunas rutinas, como comer a la misma hora o a crear hábitos como hacer sus necesidades en un lugar específico.
Recuerda que aunque los cachorros pueden ser entrenados desde las 8 semanas, el enfoque debe ser positivo y basado en el juego para mantener su interés y evitar el estrés.
¿Cómo puedo educar a mi perro?
No es extraño escuchar con respecto a cuándo empezar a educar a un cachorro que hay que esperar a una determinada fecha para enseñarle higiene o ciertas normas básicas.
Por ejemplo, con la higiene, la técnica más respaldada consiste en utilizar un periódico y hacer que el perro haga sus necesidades sobre él, mientras esperamos a que aprenda a hacerlo en la calle.
Este tipo de método es contraproducente, pues hace aprender al cachorro rápidamente una cosa que deberá desaprender después.
Hoy en día sabemos que es más útil hacer que el perro aprenda a hacer sus necesidades fuera directamente.
La coherencia es un valor a respetar en la educación de un cachorro, y esta consiste en fijar las reglas sin cambiarlas regularmente. Por lo tanto, es más eficaz empezar por los ejercicios que le vamos a enseñar al perro adulto, pero progresivamente.
Naturalmente, el cachorro va a ser más curioso y estar más motivado, pero igualmente más excitable y menos concentrado que un perro adulto.
Entre los aprendizajes que recibe en un entorno humano, está principalmente la capacidad de de concentrarse y de manejar sus emociones.
El cachorro es, por tanto, como un niño pequeño con respecto a los adultos: sus ejercicios de aprendizaje serán más cortos, menos intensos y nosotros seremos más flexibles respecto a su capacidad de concentrarse, proponiéndole, por ejemplo, ejercicios muy simples como el de “siéntate”.
En este vídeo, el veterinario Manel Manzano Cristóbal explica más sobre cómo educar a un cachorro y los errores a evitar:
Lo primero que hay que enseñar a un cachorro
Además de saber cuándo empezar a educar a un cachorro, es importante plantearse por qué aprendizajes comenzar.
Un buen aprendizaje para iniciar, por su importancia, es la higiene.
Se hará generalmente con una técnica de educación positiva, durante el primer mes o semanas posteriores a la llegada del cachorro a casa.
Pero, como en el caso de los humanos, algunos aprenden más rápido que otros, por lo que hay que tener paciencia. No hay que fallar, tampoco, en lo que respecta a sus necesidades de actividad, que a menudo son superiores que las de un perro adulto.
Cómo socializar a un cachorro
El cachorro tiene también aprendizajes que debe hacer lo más pronto posible, sin que estos se vuelvan complicados más adelante, concretamente en todo lo que concierte a la interacción con los que le rodean.
Debe aprender a reconocerlos, a no tener miedo, a comunicar y manejar los posibles conflictos.
Estos aprendizajes se hacen de forma natural, cuando el perro interactúa con otros perros y con los seres humanos.
Es importante no fallar en su socialización desde el principio, ya que esto le permitirá relacionarse con otros perros.