Quiero adoptar un gato pero soy alérgico, ¿qué hago?
Si tienes claro lo que representa tener un gato, sobre todo si eres alérgico/a, pasamos a enumerar alguna de las acciones a tener en cuenta para prevenir una alergia antes de llevar a cabo una adopción de manera responsable.
1. Alergia a los gatos: la genética es importante
La ciencia asegura que existe una predisposición genética a la alergia, conocida como atopia. Hablamos de un fenómeno hereditario en el cual el sistema inmunológico de los humanos produce anticuerpos IgE en exceso para luchar contra cualquier sustancia alérgica.
Estos anticuerpos reconocen, en cuestión de minutos, los alérgenos a los cuales la persona es sensible y desencadenan los síntomas.
Tras explicar el 'protocolo de actuación' de nuestro sistema inmunológico, destacamos -siempre teniendo en cuenta las declaraciones que profesionales de la salud han hecho a este medio- que existe una predisposición familiar a la alergia a los felinos, ligada lógicamente a la genética.
Un niño con dos padres que sufren alergia respiratoria o cutánea (especialmente alergia a los gatos) tiene un riesgo del 60% de desarrollar los síntomas por sí mismo, comparado con un 30% de riesgo si sólo uno de los padres está afectado y un 15% de riesgo si ninguno de los padres está afectado.
Esto significa que los niños no serán necesariamente sensibles a los mismos alérgenos que los padres, pero la genética es caprichosa y normalmente cuando un miembro es alérgico; el hecho de adoptar un gato puede multiplicar por cuatro el riesgo de sufrir alergia y/o asma debido a la reactividad cruzada.
2. Comprueba que no eres asmático
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se da debido a la hipersensibilidad de los tubos bronquiales a ciertos alérgenos como el Fel d1, la proteína secretada por los gatos.
En caso de sufrir asma, se recomienda no tener contacto con los gatos debido a que una simple reacción alérgica puede ser la causa de una ataque de asma.
Esto no quiere decir que las personas asmáticas no tengan gato. Ellas pueden sensibilizarse gradualmente con el felino a través del contacto con el animal y, por lo tanto; llegar a reducir los síntomas.
3. Pasa tiempo con un gato adulto
Antes de dar el salto y adoptar un gato, es importante determinar si tú o cualquier miembro de tu familia sois alérgicos a los gatos sobre todo si tienes dudas al respecto.
¿Cómo saber si eres alérgico a los gatos inmediatamente?
Una manera sencilla de saberlo es compartir tiempo con un gato adulto. Visita una casa en la que haya un felino o cuida uno en ausencia de su dueño, por ejemplo; puedes formar parte de esas personas que se postulan como familia de acogida.
Si eres alérgico, normalmente notarás los síntomas de manera inmediata. Pero es importante destacar, según informes publicados por la Fundación Affinity, que una persona puede convivir durante años con un gato sin problemas y desarrollar una alergia de un día para otro debido a las siguientes causas.
4. Hazte la prueba de la alergia a los gatos
Las pruebas cutáneas (pruebas de punción o intradérmicas) son muy útiles. Estan deben realizarse siempre por un alergólogo, y consisten en inyectar en la piel de la persona pequeñas cantidades de alérgenos que reproducen las manifestaciones cutáneas de la alergia.
En caso de alergia, aparece una hinchazón o enrojecimiento en la piel parecido a una picadura de ortiga. La prueba se lee 15 minutos después de realizarse y se mide el diámetro de la reacción. Este test puede completarse con un análisis de sangre.
La prueba de la alergia responde a la siguiente pregunta: ''cómo sé que soy alérgico a los gatos'' y es determinante para marcar el tratamiento de un alérgico siempre dictado por un médico; aunque debemos saber que existen remedios naturales y de la abuela para paliar los síntomas.
Los alérgicos no renuncian a convivir con un gato
Según datos de la Fundacion Affinity, entre el 5 y el 10% de la población mundial sufre alergia a los animales, siendo la alergia a los gatos la más común de todas ellas.
Con esto y con todo, los amantes de los mininos que presentan este problema de salud se niegan a renunciar a convivir con un gato.
En 2018, siguiendo informaciones sacadas de un estudio realizado por Wamiz en Francia, el 29% de los hogares galos cuentan con un gato y la una gran mayoría -sacada de la muestra de la encuesta- indicó su deseo de adoptar uno a pesar de sufrir alérgica a los michis.
Una aspiración que se traslada a España. A tenor de datos publicados por SOS Gatos Madrid, la mayoría de las personas que piensan en adoptar un gato dejan a un lado el hándicap de la alergia.
A pesar de todo el amor que quieras darle al gato y al hecho de salvar una vida, no hay que olvidar que este animal es responsable de muchas reacciones alérgicas. Y dado que la adopción no es un acto inocuo, es necesario pensar en el riesgo de alergia que representa el animal y de las consecuencias que puede tener para ti si sufres los síntomas.
Con este queremos subrayar, sencillamente, que si adoptas un gato siendo alérgico tengas en cuenta que el animal no se devuelve. ¡Ningún felino debe sufrir las consecuencias de un dueño caprichoso! ?