Los humanos que comparten su vida, y su sofá, con su gato saben que es una criatura especial. Cada minino es único y presume de su propio carácter pero existen algunos puntos de su personalidad que pueden llegar a coincidir con los de sus congéneres. Por ejemplo, el odio a las puertas cerradas o a los pepinos. 🥒
Varios expertos en comportamiento felino consultados a la hora de escribir este artículo coinciden en que los humanos deben meterse en la cabeza del gato (''pensar como el gato'') para entender a este fascinante animal.
En este sentido subrayan ''pensar en el gato y como él para entender por qué se enfada tanto cuando cerramos una puerta de la casa'' es clave para llegar a comprender cómo se siente el minino.
¿Por qué los gatos odian las puertas cerradas?
Existen diversas teorías que hablan sobre este odio innato a encontrarse con una puerta cerrada. Un enfado, una angustia o una crisis de nervios que algunos gatos desarrollan incluso cuando las puertas están arrimadas.
1. La puerta cerrada o la privación de la libertad felina
Para que un gato sea feliz, debe ser libre. Libre para comer cuando quiera, libre para dormir donde quiera, libre para entrar y salir, etcétera.
No tener acceso a una habitación, no sólo impide satisfacer la insaciable curiosidad de los gatos, sino también acceder a lugares que el animal está acostumbrado a frecuentar.
Sin embargo, es cierto que los gatos también pueden maullar mucho -aquí te explicamos algunos motivos de este comportamiento- en la puerta de una habitación a la que nunca van. Y si decidimos abrirles la puerta, pueden perder el interés inmediatamente.
Gabby Wild, veterinaria, dice en una publicación de POPSUGAR: "Cuando les cerramos una puerta, naturalmente quieren acceder a lo que perciben como su propio territorio o simplemente descubrir lo desconocido.''
Y continúa subrayando que hay muchas razones para este comportamiento felino. "Pueden estar buscando a otros gatos, oliendo algo interesante o queriendo algo, desde comida hasta juguetes o su rascador que justo está al otro lado de la puerta", dice.
2. Una cuestión de supervivencia
Otra respuesta que podría justificar el rechazo felino hacia las puertas cerradas es su instinto.
Los gatos fueron domesticados tarde y, por tanto, suelen comportarse de forma similar a sus ancestros en la naturaleza, según explica la doctora Bonnie Bragdon. Este hecho puede ayudar a los humanos que conviven con mininos a entender ciertos comportamientos.
Al fin y al cabo, detrás de una puerta puede haber un enemigo o un lugar seguro para el animal, como un escritorio o un mueble donde agazaparse y vigilar quién entra y sale.
Según la veterinaria, "cuando los gatos ya no necesitan ir en busca de comida y refugio, su instinto de supervivencia sigue dirigiendo su naturaleza curiosa y les empuja a saber qué hay detrás de la puerta''.
En definitiva tanto si eres gato como humano; si una puerta de tu casa se cierra de repente, ¿no tendrías la tentación de abrirla?
Gato detrás de la puerta: meme
Un meme hace referencia a ideas, comportamientos o estilos extendidos culturalmente entre personas con el objetivo, en la mayoría de los casos, de sacarnos una sonrisa. Y los gatos no iban a pasar de puntillas al lado de esta tendencia tan viral.
Entre los muchos comportamientos felinos que se han convertido en meme está, como no podía ser de otra manera, el meme del gato detrás de la puerta que refleja la conducta que tienen los gatos ante una puerta cerrada. 😼