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el gato volador

Imagen de un gato volador

© Shutterstock Nejron Photo

¿Qué es el ''síndrome del gato volador'' y qué peligros presenta?

Por Dr. Gabriel García Veterinario

Actualizado el

El veterinario Gabriel García habla de los riesgos y posibles tratamientos para los felinos que sufren el ''síndrome del gato volador'' o ''paracaidista''.

Algunos gatos que viven en apartamentos o casas de varias alturas sienten curiosidad en algún momento de su vida por asomarse al balcón e incluso pasearse por el alféizar de la ventana. 

Cierto es que muchos felinos son ágiles; aunque esa capacidad no los libra de un mal cálculo en la distancia o un despiste de sus capacidades cognitivas. En esos casos, el destino puede jugarles una mala pasada y, aquello que empezó como una divertida excursión por un lugar elevado, puede terminar en un accidente más o menos grave dependiendo de la altura.

Aunque se dice que los gatos siempre caen de pie, las caídas desde lugares muy altos siempre son peligrosas, incluso para los gatitos. 

Síndrome del gato volador: ¿su vida corre peligro?

Probablemente por esa particularidad un poco temeraria de pasear por los lugares elevados, observar y perseguir otros animales o disfrutar de las cornisas, ventanas abiertas y terrazas, se podría decir que los felinos domésticos están “evolutivamente diseñados” para salir ilesos, afortunadamente, de las caídas y accidentes; por este motivo, muchas veces los accidentes de alturas no pasan de un susto para ti o un hueso roto.

Sin embargo, es importante extremar las medidas de seguridad y precaución.

No todos los gatos corren con la misma suerte y, en algunos casos, los daños para ellos pueden ser mayores desde alturas relativamente mínimas, mientras que desde alturas más pronunciadas, por el contrario, las consecuencias son casi nulas.

Anatómica y fisiológicamente, los gatos durante una caída o en el momento de un salto, estiran las patas y aumentan su volumen corporal formando una especie de paracaídas.

Esto les permite disminuir la velocidad de caída, reducir el impacto contra el suelo, minimizar los golpes a órganos vitales como hígado o articulaciones y, además, aterrizar sin problema.

Gatos más propensos a caídas desde las alturas

Los que con más frecuencia presentan este tipo de accidentes son:

  • Los gatos jóvenes (que son los más inquietos).
  • Los gatos mayores (porque ven reducidas sus capacidades físicas).
  • Los gatos que acaban de mudarse a un nuevo hogar (ya que no conocen o calculan bien sus movimientos dentro del nuevo hogar).
  • Los gatos que suelen dar paseos cuando las superficies están húmedas (ya que se favorece la falta de agarre o los resbalones).
  • Los gatos que viven en la ciudad. 

Peligros del síndrome del gato volador o paracaidista

Lo primero que debes saber es que, ante cualquier caída o accidente, lo primero que tienes que hacer es evaluar la condición física de tu gato para ver si existe alguna fractura, hemorragia o golpe de relevancia, por lo cual no será recomendable hacer una manipulación o movimiento del animal.

Posteriormente, debes acudir prontamente al veterinario o solicitar el servicio a domicilio, en caso de que el gato no pueda moverse con facilidad o presente dolor intenso.

Esto porque si bien puede no existir una herida visible, las lesiones pueden involucrar algún órgano interno por lo que se necesitará una valoración veterinaria detallada y delicada como radiografías o escáneres. 

Lesiones frecuentes en ''gatos voladores''

Lesiones internas: 

  • Trauma en el bazo.

  • Traumas en el hígado.

  • Ruptura de la vejiga.

  • Traumas en pulmones.

  • Lesiones en el intestino.

Lesiones externas:

  • Fracturas de fémur.

  • Fractura de la articulación de la cadera.

  • Fracturas de tibia o peroné (miembros posteriores).

  • Fracturas de húmero, cúbito o radio (miembros anteriores).

  • Fractura de mandíbula.

  • Golpes en el cráneo.

En muchas ocasiones, tu gato podrá presentar lo que clínicamente se conoce como politraumatismo, es decir, lesiones en varias partes del cuerpo tanto interna como externamente.

¿Desde qué altura puede caer un gato sin hacerse daño?

Los gatos que caen desde pisos elevados (de un quinto piso o más), suelen sufrir menos lesiones.

Esto ya que, si bien la altura puede ser superior, los gatos disminuyen la velocidad de caída haciendo un “efecto paracaídas”: toman una postura horizontal, la cola se eriza y permanece vertical, los músculos se relajan para absorber mejor el golpe y pueden reducir el impacto contra el suelo y proteger los órganos vitales.

A menor altura, mayores serán las lesiones

¿Qué hacer en caso de que se haya caído tu gato?

Es necesario prestar mucha atención a cualquier señal y analizar con detenimiento la escena del accidente: ventanas abiertas, balcones sin seguridad, cortinas rasgadas, cercanía de muebles elevados, entre otros. Todo esto puede ayudar a determinar no solo el evento sino también la gravedad del mismo.

Posteriormente, tienes que observar si tu gato presenta alguna hemorragia o existen rastros de sangre en el suelo.

También vale la pena observar el comportamiento del gato:

Todos estos signos te indican que algo extraño ha sucedido y que tu gato no se encuentra bien.

¿Se puede morir tu gato por una caída?

Aunque se diga que los gatos tienen siete vidas, muchos accidentes de gatos desde las alturas no tienen un final feliz.

Muchos gatos presentan heridas graves, hemorragias importantes, lesiones en órganos internos o pueden no recibir ayuda a tiempo, lo cual hará que el pronóstico sea malo.

También es importante tener en cuenta la edad del animal, la altura desde la cual cayó y su peso. Estos factores también harán que tu gato tenga un mejor o peor pronóstico.

¿Qué hacer si tu gato se cayó desde las alturas de tu edificio?

Si las medidas de precaución y seguridad señaladas anteriormente no fueron suficientes y tu gato ha sufrido una caída o un accidente, lo primero que tienes que hacer es observar la condición de tu animal. 

En ocasiones, cuando los gatos están heridos, pueden verse nerviosos, adoloridos, huidizos e incluso agresivos. En esas ocasiones deberás actuar con cuidado para evitar lastimarlo o que él, debido al dolor, pueda lastimar a alguien más.

Una de las medidas más efectivas es intentar envolverlo con una toalla, manta, abrigo o tela limpia y seca.

Si observas alguna hemorragia o sangrado, leve o grave, es importante que primero examines la zona haciendo uso de guantes o con las manos limpias y secas (para evitar contaminaciones e infección de las heridas) e intentar detener el sangrado con la ayuda de gasas limpias, secas y sin hacer uso de cualquier medicamento.

Después de valorar las lesiones y brindar los primeros auxilios, deberás acudir lo más pronto posible al veterinario para hacer la valoración del estado del animal.

Nunca intentes administrar medicamentos para el dolor, la inflamación o cualquier otro síntoma, esto puede enmascarar los signos y hacer que el diagnóstico no sea tan efectivo.

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