Los gatos pueden aportar alegría, compañía y bienestar a la vida de sus dueños de muchas maneras diferentes.
A continuación mencionamos algunos ejemplos de las múltiples ventajas de tener un gato como parte de la familia, aunque por supuesto, hay que recordar que cada gato es único y las expriencias con cada uno pueden variar.
Principales ventajas de tener un gato
Compañía
Hasta que uno no convive con un gato es consciente de la compañía que puede llegar a hacerle. Se trata de un animal dependiente del ser humano, pero que al mismo tiempo es capaz de proporcionar la distancia necesaria como para no agobiarnos tanto como suele hacerlo un perro.
El gato tiene fama de independiente, quizá porque pasa grandes periodos de tiempo durmiendo en lugares tranquilos, como su cama, pero lo cierto es que a lo largo del día demandará tu atención en múltiples ocasiones, haciendo que no te sientas solo en ningún momento.
Una de las ventajas de tener un gato es que te hace compañía y es consciente de los momentos en que necesitas algo de espacio.
Beneficios de salud de los gatos
Un gato aporta muchas cosas positivas a la vida diaria, sobre todo, hay ventajas de tener un gato en temas relacionados con la ansiedad, el estrés y la depresión.
Observar el comportamiento tranquilo y relajado de un gato puede tener un efecto calmante en los humanos. El ronroneo de un gato, por ejemplo, se ha asociado con efectos terapéuticos, como la reducción de la presión arterial y el estrés.
Vivir con un gato mejora la calidad de vida de sus dueños, creando además una conexión muy especial entre ambos, que perdura a lo largo de los años.
Incluso hay estudios que demuestran que las personas que padecen algún tipo de cardiopatía muestran evidentes síntomas de mejoría cuando viven con un gato.
También se han registrado casos de mejoras notables en personas autistas tras tratar con gatos. En el caso de los niños autistas, si bien un gato no puede llegar a curar una dolencia severa, sí que ayuda a elevar los índices de felicidad.
Menor demanda de tiempo
Si bien a un perro hay que sacarlo a pasear tres veces al día, un gato apenas necesita cuidados y supervisión. Basta con mantener un nivel de higiene adecuado y las dosis de comida necesaria, que él se encargará del resto por sí solo.
De esta manera, las interacciones que mantengas con el animal serán siempre positivas, lo que ayuda notablemente a afianzar los vínculos de afecto entre vosotros.
Eso sí, recuerda que la decisión de tener un gato como mascota debe tomarse con responsabilidad, considerando los recursos y el tiempo necesarios para proporcionarle un ambiente amoroso y saludable.
Otras ventajas de tener un gato en casa
- Caza de plagas: Los gatos son excelentes cazadores y pueden ayudar a controlar las poblaciones de roedores y otros pequeños animales no deseados en el hogar o en áreas exteriores.
- Menos alergias: Contrariamente a la creencia popular, algunos estudios sugieren que los niños que crecen con gatos pueden desarrollar menos alergias y asma.
- Rutina y estructura: Cuidar de un gato puede ofrecer una rutina diaria y una sensación de propósito, ya que los gatos requieren atención y cuidados regulares.
Cómo elegir gato
