Muerto en vida. Así define la Protectora de Animales y Plantas de Málaga el estado en el que estaba Jackson cuando dieron con él. Un perro que sufrió en propia piel la mano humana, que fue maltratado a tal nivel que prácticamente le dejaron morir.
Jackson, un cruce de malinois, tuvo una dura recuperación por delante. Estuvo semanas para reponerse de un fallo renal y hepático y luchando contra una leishmania altísima. "Pensábamos que se nos iba", recuerda la protectora.
Desconfianza hacia todo ser humano
Gracias al equipo veterinario y a la gran fortaleza de Jackson, hoy está recuperado y con su leishmania casi al mínimo. Sin embargo, las heridas de este perro no son solo físicas, también tiene el alma dañada, sintiendo una gran desconfianza hacia cualquier persona.
Lleva desde agosto de 2021 en la protectora, espacio donde supieron darle su tiempo y mimos para lograr que volviera a confiar en los humanos, produciéndose un cambio inimaginable. En sus paseos "parecía un niño pequeño que empieza a ver mundo, con curiosidad y alegría".
"Ante nuestra sorpresa –continúa explicando la protectora en su página de Facebook – admitía todos los estímulos: niños se acercaron a él y lo acariciaron, no respondía ante las provocaciones de perritos que le ladraban, le encantó pasear en coche".
Jackson sigue sanando y lo que necesita en su proceso es una familia que sea hogar y pueda continuar viviendo experiencias felices. ¿Quieres adoptarle?
Ojalá lo consigas pronto, Jackson ❤️.