Nadie se acordó de los animales
Cualquier persona que en algún momento de su vida se ha enfrentado a unas oposiciones en España, sabrá que entre las miles de preguntas que durante la preparación tuvo que contestar, hay una que resalta especialmente: "¿Están protegidos los derechos de los animales en la Constitución Española?". La respuesta siempre es no.
Por eso, en el Día de la Constitución en España, que se celebra cada 6 de diciembre, conviene bucear un poco en los textos legales para saber en qué marco normativo nos movemos y de qué forma nuestros amigos de cuatro patas están o no protegidos.
En el artículo 20 de la Constitución, dentro del Título I, se afirma -por nombrar un ejemplo- que sí están protegidos los derechos a la libertad religiosa, científica y artística de las personas. Sin embargo, en todo el texto, y a lo largo y ancho de sus 169 artículos, no se encontrará una sola referencia a los animales.
En este sentido, la Constitución Española se alinea con la de muchos otros países (Chile, Italia, Grecia, Rusia...) en la que no hay ninguna referencia a ellos.
¿Modificarla? Una cuestión difícil
En el año 2013, la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales reclamó que la protección y el bienestar de los animales se incorporara a la Constitución; una demanda que tuvo muy poco calado y que se sabía de poco recorrido desde su petición.
Modificar o cambiar cualquier parte de la Constitución conlleva un proceso largo y complejo en el que hace falta un consenso muy amplio de todos los grupos políticos representados en el Congreso de los Diputados, algo cada vez más difícil de obtener, más aún con la existencia de partidos muy contrarios a esta línea de pensamiento.
La Constitución y los toros
Otro asunto polémico tiene que ver con la Constitución y la tauromaquia. De acuerdo que no se menciona a esta de forma explícita, pero sí de manera implícita. En sus artículos 44, 46 y 149 se dice que el Estado está obligado a promover el acceso, protección y promoción del patrimonio cultural, histórico y artístico.
Y dado que la tauromaquia se considera patrimonio, ninguna ley inferior a la Carta Magna puede prohibirla. Por si fuera poco, queda constitucionalmente argumentada la ayuda que pueda recibir por parte de cualquier institución.
¿Y en el Código Civil?
Para encontrar una referencia a los animales en un texto legal de gran relevancia, hemos de recurrir al Código Civil, en el que se los denomina como "seres vivos dotados de sensibilidad". Esta referencia acarrea de manera implícita la posibilidad de que tengan derechos propios, dejando a un lado la antigua denominación de "bienes inmuebles".
De esta forma, y al no ser la protección de los animales un asunto estructural del Estado, queda su defensa en manos de leyes orgánicas y ordinarias, reglamentos y al artículo 337 del Código Penal:
"Será castigado con la pena de […], el que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud o sometiéndole a explotación sexual, a [listado de hipótesis de maltrato animal]", se puede leer en él.
Otra expresión que hoy nos pone los pelos de punta (¿qué maneras justificadas hay de hacer daño a un animal?) y que siguen haciendo necesaria la existencia de organizaciones y asociaciones que continúan luchando por ellos.
Ley de Bienestar Animal 2023: ¿sabor agridulce?
Tras su entrada en vigor el pasado 29 de septiembre de 2023, la nueva Ley de Bienestar Animal (Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales), muchos defensores de los animales la han descrito como un texto insuficiente.
Si bien cabe reconocer y aplaudir todas las reformas que introduce para proteger a los animales que residen en España y garantizar su bienestar, se hace palpable el descontento de muchos activistas con respecto a la desprotección de los perros de caza.
Crucemos los dedos para que el texto legal pueda ir modificándose con el tiempo y deje de excluir a los perros y demás animales de caza de su ámbito de aplicación.
Causa animal
