La jaula de la pequeña teckel había sido arrojada a un arbusto del parque. La pobre estaba totalmente aterrorizada cuando los rescatistas llegaron al lugar tras escuchar sus llamadas de auxilio.
Los rescatistas del centro Bristol Animal Rescue Centre se hicieron cargo de la perra, a la que llamaron Sienna.
Intentan calmarla
Los veterinarios temían que hubiera estado encerrada en el transportín durante varios días.
Una adopción exitosa
Como Sienna estaba por debajo de su peso ideal, le crearon un plan de alimentación específico. La pequeña pesaba alrededor de 5,2 kg a su llegada, y con la nueva dieta logró alcanzar los 6 kg.
En cuanto empezó a pasear y a conocer a otros perros, Sienna comenzó a mostrarse más sociable. Rápidamente, se convirtió en una perra feliz y cariñosa, y uno de sus rescatistas decidió adoptarla de forma definitiva.
Posteriormente, el animal pudo mudarse a su nuevo hogar una vez finalizados sus cuidados médicos.