Cuando los cuidadores de Clyde quisieron adoptarle, les advirtieron que tener en casa un American Bully sería complicado. Pero ellos, libres de prejuicios y amantes de las características de la raza, no dudadon: ¡le dieron a Clyde un hogar y mucho amor! Solo hay que ver cómo este American Bully se comporta en su casa.
El perrito lleva una vida de rey con sus afectuosos amos, que además le han dedicado una cuenta en Instagram. Porque Clyde no se merece menos que ser "dogfluencer", un perro influencer, dicho en castellano.
Uno de sus vídeos tuvo un éxito especial
Sus padres adoptivos, que se mueven entre Los Ángeles, en California, y Long Island, en Nueva York, invirtieron mucho trabajo en entrenar duro y preocuparse en que su perro socializara bien tanto con otros perros como con personas. Ambos aspectos son importantes en el desarrollo de un animal, como te explicamos en este artículo.
Tras ese proceso pocos se atreverán a decir que existe un perro más tranquilo y bueno en Instagram. De hecho, el perfil de Clyde, que tiene más de 90.000 seguidores, está repleto de fotos suyas echándose la siesta junto con sus humanos. ¿No es adorable? ?.
Las golosinas no le salen gratis al American Bully
Aunque el vídeo que catapultó a este perro a la fama es uno disfrutando de otra de sus cosas favoritas: ¡la comida! ?. En ese vídeo su mamá le pide besos a cambio de un sabroso manjar y Clyde está más que convencido de complacer los deseos de su humana.
De hecho, el perro está tan ansioso por conseguir la dichosa golosina que le planta besos en todos los morros a su madre. Con tanta energía e ímpetu que parece que le estuviera diciendo: “Mamá date prisa y ¡dame todas las chuches!”. Un auténtico nervio amoroso. ¡El poder de la comida!