La sabiduría popular sabe que los perros son un pozo sin fondo cuando hay comida de por medio. Según crecen es algo que aprenden a controlar con la ayuda de sus dueños. Sin embargo lo de cachorros… es otro cantar.
Nunca hay que dejar la comida a su alcance
Y si no que le pregunten a esta pequeñina. La rottweiler de dos meses dio con el saco de pienso en casa y no lo dudo ni un segundo: ¡se comió 1 kilo de una sentada!
La cachorra se quedó tan feliz con su hazaña como casi inmóvil de lo llena que tenía la panza. Cuando los perros son bebés hacen más de una trastadas del estilo. ¡Es tal placer comer! ¿Por qué parar? Seguramente piensen eso ???.
La rottweiler de dos meses llegó al veterinario hecha todo un globo. “Ella vino feliz y con una cara que decía ‘no me arrepiento de nada’”. ¿Repetirá la jugada?
En la clínica veterinaria procedieron a inducirle el vómito: salieron granos de pienso enteros. ¡Ni los había masticado! ???. Su humana hizo bien al llevarla al veterinario, ya que esa trastada podría haber acabado en disgusto.
Si un cachorro o perro adulto come demasiada cantidad, puede sufrir empacho, indigestión o irritación intestinal. Incluso sufrir vómitos y diarreas a entre 6 y 12 horas después.
Los cachorros y sus trastadas siempre nos sacan una sonrisa, pero ¡poca broma! Vigila lo que come por su propio bien ?.
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