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lady di en una foto de archivo

Lady Di se llevó un gran secreto a la tumba

© Instagram @adailydoseofdiana

Antes de morir, Lady Di estaba a punto de tomar una decisión muy importante

La redacción

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Hace 25 años que Diana de Gales nos dejó. Hoy, en el aniversario de su muerte, queda al descubierto uno de los secretos mejor guardados de la princesa del pueblo. 

Hoy, 31 de agosto, hace 25 años que Diana de Gales falleció en un trágico accidente de tráfico en el puente del Alma de París. 

A pesar del paso del tiempo, la opinión pública no da tregua a la que fue durante muchas décadas la reina del papel couché. Lady Du, la madre del futuro rey de Inglaterra, sigue regalando titulares a los medios de comunicación de todo el mundo como el que nos atañe hoy: antes de morir, la princesa estaba a punto de tomar una decisión que cambiaría su vida para siempre. 

Gran amante de los animales

Desde pequeña, la princesa de Gales sentía un gran amor por los animales: desde el conejo de Indias, Peanuts, que Diana llevó consigo al internado, hasta un gato pelirrojo llamado Marmalade, pasando por Souffle, el poni... cuyas fotos conservaba en su residencia oficial, según rezan varias biografías que versan sobre la vida de Lady Di. 

Pero, a tenor de nuevas declaraciones de su mayordomo, Paul Burrell, esas mascotas no eran las únicas que ocupaban el corazón de Diana. Un vídeo, publicado por Burrell en una cuenta de fans de la princesa en Instagram, revela que Lady Di tenía un deseo que estaba a punto de cumplirse justo antes de morir relacionado con su pasión por las mascotas. 

El sueño de toda una vida

Según contó Burrell, la princesa Diana soñaba con tener su propio perro

"En su infancia la princesa había tenido muchas mascotas, pero hacía tiempo que quería tener un perro. En el último verano de su vida quería un labrador de color arena para ella sola", aseguró Burrell.

Un legado de amor

Al parecer, Lady Di supo transmitir a sus hijos, William y Harry, su amor por los animales. Algo que queda patente en las decisiones que han tomado sus herederos a lo largo de su vida.

En 2020, poco antes de la muerte de su cocker spaniel inglés; William adoptó un perro de 9 años bautizado como Lupo. 

Por su parte, el hijo menor de Diana (Harry) junto con su esposa Meghan Markle también ampliaron su familia. Pula, una labradora negra llegó a su casa hace unos meses y ahora disfruta del sol de California junto a la pareja y sus dos hijos. 

Y hace unas semanas, los duques de Sussex han vuelto a ampliar su familia peluda. Harry y Megan adoptaron a Mamma Mía una beagle rescatada de un laboratorio que experimenta con animales. 

 

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