A principios de abril de 2022, la ciudad china de Shanghai se encontraba confinada debido a la pandemia por coronavirus. En ese preciso momento, una mujer que vive en el distrito de Songjiang hizo un desconcertante descubrimiento en su jardín. En un rincón, bajo un montón de hojas, encontró a un pequeño animal.
A simple vista, parecía un cachorro de perro recién nacido.
Debido al confinamiento, la mujer no pudo ponerse en contacto con los expertos ni tampoco con una protectora que la ayudase a sacar adelante a la cría. Por ello y sin dudarlo un segundo, se la llevó a casa.
La madre de la señora tiene experiencia cuidando y ayudando a perros callejeros, por lo que su hija le confió al cachorro. Ella calentó a la cría con una manta eléctrica, que estaba helada y respiraba muy débil, y la alimentó cada dos horas con un gotero.
De repente, el cachorro cambia
Gracias a la madre de la mujer, las cosas empezaron a mejorar lentamente para el misterioso cachorro. Un mes después, el animal -bautizado con el nombre de Jixiang (''Buena suerte'') alcanzó el tamaño de la palma de la mano de un ser humano.
Pero a medida que pasó el tiempo... las cosas se volvieron cada vez más extrañas. El cachorro cada vez se parecía menos a un perro.
La terrible realidad
Al cabo de dos meses, la mujer envió una foto de la criatura a un amigo experto en animales. De repente, la mamá del cachorro descubrió algo sorprendente: ¡el pequeño Jixiang es en realidad un ''perro mapache''!
Al contrario de lo que podría sugerir el nombre en inglés "Raccoon Dog", el pequeño animal salvaje es un ''perro mapache'' al que se le conoce como ''Enok''. Esta especie está muy relacionada con el zorro.
El pasado 9 de junio Jixiang fue trasladado al zoológico de Shanghai donde lo cuidan como se merece.
A día de hoy, no queda claro si el animal se quedará allí o será liberado en la naturaleza cuando tenga la edad suficiente.