Nadie habría pensado que quedaba esperanza para Rocky, abandonado y con casi 20 años. Pero no fue hasta 2017 cuando sucedió el "milagro". ¡Encontró una nueva familia!
En cuanto lo vio, Beth supo que jamás podría dejarlo atrás.
"Vi al perrito con el rostro gris y muy delgado; de inmediato le dije a mi marido que teníamos que llevárnoslo a casa", aseguró Beth al medio Today, que se hizo eco de esta bonita historia. "No iba a permitir que el viejecito muriera solo en una jaula", añadió.
Un nuevo hogar para Rocky
Inmediatamente, lo llevaron a casa, y su salud empezó a mejorar. "Rocky hizo que nuestra vida fuera mucho más plena", afirmó Beth, que no esperaba que fuese el animal quien llevase la felicidad al hogar.
Rocky también tuvo la oportunidad de vivir un nuevo acontecimiento familiar: la llegada de la bebé Hazel. Anteriormente, Beth había sufrido un aborto, por lo que la presencia de Rocky fue fundamental para ella.
¡Y llegó la hermanita!
"Rocky no se dio cuenta hasta que se empezó a notar físicamente, pero fue muy amable conmigo y se adaptó a los cambios que la bebé trajo con ella", aseguró. "Cuando no me sentía bien, siempre estaba cerca de mí". Naturalmente, Rocky formó parte del anuncio oficial del embarazo, posando bajo un letrero que decía: "Mamá y papá me van a regalar una humana".
Dos meses antes de la llegada de Hazel, Rocky comenzó a mostrar síntomas preocupantes de salud, aunque consiguió mejorar un poco y seguir adelante. ¡Tenía ganas de conocer a su hermanita! Cuando Hazel llegó a casa, Rocky "la olfateó y acercó su cabeza a ella", explicó Beth al mismo medio.
El inevitable final
Pocas horas después de que los Clarks presentaran a Hazel y Rocky, el perro comenzó a actuar de manera extraña. Al principio, pensaron que solo estaba emocionado por la bebé, pero luego se dieron cuenta de que, en realidad, su salud había empeorado.
"Llamamos a un veterinario esa misma noche. Rocky dejó este mundo en paz, acompañado de su familia y justo después de conocer a su hermana". "No podemos expresar con palabras lo que lo queremos, aún nos cuesta adaptarnos al día a día sin él".
Descansa en paz, grandullón.