Adoptar perros cachorros
La primera vez que uno baraja la posibilidad de tener perro lo hace pensando en un cachorro. Esa bola de pelo, rechoncha, que solo quiere jugar, con andares torpones… ¡un perro cachorro encandila a cualquiera! ???. Ahora bien, antes de embarcarte en esta aventura necesitas saber una serie de cosas para adoptar un perro cachorro.
Para ayudarte a tomar la decisión de si adoptar a un cachorro o no, en Wamiz hemos acudido a la visión de un profesional. Sergio Tallón, el educador perruno de Senda Canina, ofrece tres consejos fundamentales a en cuenta en la adopción de perros cachorros:
- El primer consejo es claro y rotundo: “NO dejarse llevar”.
- El segundo punto, “estar seguro de que quieres un perro”.
- Y, por último, "tener claro qué tipo de perro quieres".
Qué tener en cuenta en la adopción de perros cachorros
A priori, puedes pensar “¿y ya está?”, hacer check-in en los tres consejos e irte como alma que lleva al diablo a adoptar al perro cachorro de turno. ¡Nooo! Estos tres consejos tienen su miga y debes tomar una decisión bien meditada, como ya te contamos en ‘Beneficios e inconvenientes de adoptar un perro’. Vamos paso a paso ?.
Tener la cabeza fría
Ese “NO dejarse llevar” mayúsculo del que habla Sergio Tallón probablemente sea el consejo más difícil de poner en práctica. A ver quién es la persona que se resiste a los encantos de un cachorro. “Es una recomendación difícil de llevar a cabo, aunque muy importante si no queremos meter la pata”, señala el amigo de Senda Canina.
“Muchas veces, por ese dejarse llevar, la gente tiene perros que no le corresponde, o que no son sus perros ideales. En su momento se precipitaron en tomar la decisión y no supieron decir que no”, insiste Tallón. “Este consejo se aplica tanto a cachorros adoptados como comprados, especialmente en este último caso. La gente suele ir a por la raza de perro de moda… y luego vienen los problemas”.
¿Quieres un perro?
Es vital que te hagas esta pregunta. Hay que ir más allá de lo que mola tener un perro, pero no todo son arco iris y piruletas, sobre todo con un cachorro. “¿Sabes lo que implica tener un perro? ¿La lata que puede ser al principio? En los primeros meses un cachorro te puede morder los muebles, romper cosas, quieren jugar a todas horas, ¿tendrás tiempo para él? El dejarlo solo en casa…”, son elementos que hay que tener presentes.
En innumerables ocasiones la decisión de adoptar a un perro se toma a la ligera, por capricho, y las consecuencias las acaba pagando el perro. La familia humana puede no saber gestionar ciertas situaciones, cansarse de él y al final el perro puede acabar en una perrera porque “ya no me viene bien”. Un perro no es un juguete.
Elegir bien el tipo de perro
“También hay que tener claro el tipo de perro que quieres. Es decir, tanto por su carácter como por tus ritmos de vida. Por un lado, buscar un perro cachorro que más se adapte a ti en cuanto a carácter. No por adoptar un pastor alemán vas a contar con el clásico carácter de un pastor alemán. El perro, al ser adoptado, puede tener algún tipo de miedo o de inseguridad”, señala el de Senda Canina.
La idea es dar con un “perro adoptado cachorro que cuente con un carácter que se adapte a tu modo de vida. Muchas veces esto es muy difícil de saberlo. Hablamos de cachorritos, no sabemos de dónde han venido, no sabemos dónde van a estar, no sabemos cómo van a ser –continúa Sergio –. Pero si, por ejemplo, estamos hablando de un perro cruce de mastín o de podenco, más o menos te puedes guiar por el comportamiento que tendrá, su tamaño, etcétera”.
Y de la mano a este último punto “también debemos saber el tipo perro según el tipo de dueño para que encajen el carácter de cada uno: el tiempo que le dedicarás para su juego y educación, si estás más tiempo fuera que dentro de casa, si eres una persona tranquila o nerviosa…”, todo es relevante.
Asesórate bien antes de adoptar un cachorro. Hay que tener presente lo bueno y lo no tan bueno. Antes de dar con mi Chufa me dijeron “mejor una hembra que es más tranquila”. ¡¿Chufa tranquila?! Tengo una perra con siete años que se mueve con el espíritu de un cachorro. ¡No para! Claro, es un cruce de podenco y de husky, puro nervio. Y del comportamiento nadie te habla. Y aún así, no sé qué haría sin este manojo de nervios de cuatro patas ❤❤❤.