Si bien las mascotas cuentan con sus propios métodos de aseo e higiene, es necesario que les ayudemos a tomar una ducha de vez en cuando.
Esto no significa que tiene que ser con mucha frecuencia, ya que se puede dañar su piel y su pelaje.
En ese sentido, lo que importa es la raza. El baño no es lo mismo para los perros de pelo largo que para los que lo tienen corto.
Para bañar a tu perro de la mejor manera, te recomendamos leer los siguientes consejos.
Recomendaciones para bañar a tu perro en casa
A la hora de bañar a tu perro en casa lo primero que debes hacer es mojarlo con agua tibia. Luego, es necesario que le apliques champú especial para animales y lo desparrames por su cuerpo desde el cuello hacia abajo.
Recuerda, sé cuidadoso y trata de enjuagarlo varias veces de ser necesario. Finalmente, sécalo con una toalla (también puedes utilizar un secador de pelo a temperatura de entre 43 a 65 grados, aproximadamente) y protege sus ojos y oídos, ya que estos son muy sensibles.
El lugar donde vives es muy importante al momento de bañar a tu perro, ya que va a determinar en buena medida el estilo de vida que lleve tu mascota. Incluso, por encima del tamaño de su cuerpo, el cual no marca la cantidad de veces que debe ser bañado.
Un perro que vive en un departamento tenderá a ser más sedentario y frecuentar espacios interiores, mientras que uno que se encuentra en una casa de campo o urbana con patios grandes tendrá un contacto más estrecho con la naturaleza y tenderá a moverse mucho más.
Por estas razones, los que integran el segundo caso deberán pasar con mayor regularidad por la ducha.
¿Cada cuánto debes bañar a tu perro?
Una de las principales señales es el aspecto de su pelaje. Ante la presencia de barro, polvo o algún compuesto que le genere mal olor o si ha entrado en contacto con alguna sustancia tóxica es necesario ducharlo.
El calor es otro factor para refrescarlo en una bañera, así como también al término de un ejercicio o de una actividad física intensa.
Durante el baño, procura ser cuidadoso y no mojar sus oídos —ya que puede traer consecuencias muy molestas como la otitis— y utilizar productos cosméticos hechos para animales y no de uso humano, ya que ellos tienen un pH distinto al de nosotros.
Frecuencia recomendada para bañar a tu perro:
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Perros con pelo largo: una o dos veces cada cuatro semanas.
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Perros con pelo medio: una vez entre cada cuatro y seis semanas.
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Perros con pelo corto: una vez entre cada seis y ocho semanas.
¿Cómo influye el pelaje y la raza a la hora de bañar a tu perro?
Mucho. Dependiendo de la raza, los perros cuentan con diversos tipos de longitud y espesor en cuanto a su pelo. Aquellos ejemplares que tienen pelaje largo suelen presentar olores más intensos, por lo que necesitan duchas más asiduas.
Sin embargo, no es la única respuesta que podemos darle.
También se recomiendan cepillados. Así evitarás duchas tan constantes y también la formación de nudos de pelos, los cuales son grandes complicaciones a la hora del baño.
En cambio, en los perros que tienen un manto medio o cortito, la ducha es más postergable. Y en cuanto al cepillado, dos veces a la semana alcanza.
¿Cómo hacer para que tu perro no se estrese en la ducha?
Para que tu perro entre en contacto con el agua de una forma amena y relajada es importante buscar un hilo conductor.
Por ejemplo, iniciar actividades lúdicas o juegos y realizar caricias que posibiliten su llegada a la ducha de la mejor manera. Es importante que en ese proceso le demuestres tranquilidad y amabilidad.
No forcejees ni lo obligues, él te lo agradecerá.
¿Qué precauciones hay que tomar al bañar a un perro según su edad?
Un perro es cachorro hasta el primer año de vida, aproximadamente. Sin embargo, de los 3 a los 12 meses las precauciones que hay que tener durante el baño son distintas.
Se aconseja no hacerlo hasta que cumpla los tres meses pero, de ser necesario, debes pasarle suavemente una esponja húmeda con agua tibia y bien escurrida para evitar que se enfríe, resfríe o que tenga erupciones en su piel por el roce.
Con el fin de minimizar el riesgo, también puedes aplicarle gasas para resguardar sus ojos y oídos.
En caso de que entre en la edad aconsejable, la temperatura del agua cumple un rol central: debe ser templada.
Calcula entre 38 y 39 grados y también prueba tocando con tu mano. Ten en cuenta que es muy importante que la primera experiencia de baño sea satisfactoria para evitar traumas o rechazos al agua.
En cuanto a los perros más viejitos, ten en cuenta que todo debe ser más lento aún y preciso para no tocar alguna parte de su cuerpo que acarree dolores por la edad. Principalmente, en aquellos que presentan dificultades en sus caderas. La ventaja es que estos se ensucian menos porque son menos activos que los perros jóvenes.
¿Cómo secar a tu perro después de cada baño?
Lo ideal es que luego de cada ducha seques a tu perro suavemente con una toalla. Luego, utiliza un secador de pelo a temperatura media para no dañar su piel ni estresarlo y evitar que quede mojado. Y, por último, puedes realizar un cepillado para quitarle aquellos pelos que se desprendieron y, seguramente, le molesten.
¿Qué champú aplicar para bañar a tu perro?
Cada vez que vas a bañar a tu perro, es necesario elegir un champú especial para mascotas. Selecciona aquellos que no tengan fragancias o suplementos artificiales, ya que pueden irritarlo o causarle parásitos y ardor.
Además, el tipo de pelaje importa: hay un champú para cada tipo de grosor y largo.
También ten en cuenta que está prohibido que bañes a tu perro con un champú para humanos. Recuerda que los perros tienen una anatomía distinta a la tuya. Y, en caso de más dudas, es aconsejable que hables con un veterinario para encontrar el producto ideal.
¿Cuándo no tienes que bañar a tu perro?
Si tu perro es cachorro o demasiado grande y se encuentra enfermo (resfriado o tiene moquillo, sobre todo) o presenta grandes dificultades físicas, no debes ducharlo ya que agravará sus molestias. Los mejores cuidados, en estos casos, son los mimos, alguna loción adecuada (consultar a veterinarios) y tener paciencia para que se recupere.
Al término de cada ducha, y siguiendo estos consejos, trata de darle algún premio a tu perro. Puede ser comida, juguetes o un momento contigo. De esa forma, él sentirá que lo ha hecho bien y, seguramente, quiera repetirlo.