¡Temporada de mamey! Esta fruta fresca y deliciosa se puede comer cruda, en cocteles de fruta o transformarse en helado, licuados, smoothies, mousse y otros postres.
El mamey destaca por su forma ovoide, cáscara áspera y delgada. Mientras que la pulpa puede variar de amarillo a salmón a naranja calabaza, incluso hasta un rojo intenso, que es una característica que no muchas otras frutas pueden tener.
En comparación con la mayoría de otras frutas, el mamey es una rica fuente de hierro para la dieta y también contiene fibra y vitamina C.
Ya conoces las características de esta fruta, pero ¿pueden los perros comer mamey? ¿En qué cantidades? Veámoslo a continuación.
¿Los perros pueden comer mamey?
Comer frutas puede proporcionar muchos beneficios a los perros, al igual que a los humanos. Sin embargo, es importante prestar atención a los alimentos que le das a tu amigo peludo.
Aunque se informa que algunos perros no tienen efectos nocivos después de comer mamey, debes tomar en cuenta algunos riesgos para la salud asociados con la fruta. Se recomienda no dar mamey a los perros, independientemente de las cantidades.
Según información del sitio Can Dogs It, se han documentado muertes de perros causadas por consumir el extracto hecho de la pulpa de la fruta de mamey.
Las semillas y sus extractos también son tóxicos para los perros. Las hojas y plantas del mamey son irritantes para la piel y también potencialmente venenosas para los perros.
Estos son algunos riesgos de que los perros coman mamey:
- Las semillas del mamey son tóxicas para los perros.
- Las hojas también son tóxicas y la planta puede causar irritación en la piel.
¿Los perros pueden comer helado de mamey?
A casi todo el mundo le encanta comer helado. ¿Qué es mejor que una delicia dulce y fresca en un día caluroso? Cuando vayas al súper o a la heladería, es posible que se pregunte si está bien comprarle un helado a tu perro.
Pero, ¿es seguro que tu perro coma helado de mamey?
La conclusión principal es que el helado no es una opción de premio saludable para los perros. Si bien una pequeña cantidad ocasional de helado probablemente no enviará a tu perro al veterinario, el helado no es uno de los alimentos que pueden ser un premio habitual para tu mascota.
Los perros adultos no tienen un estómago preparado para procesar la lactosa. Si bien pueden digerir la leche cuando son cachorros (después de todo, son mamíferos), en realidad no pueden digerir la leche cuando son adultos.
Esta incapacidad para lidiar con los lácteos puede provocar hinchazón, gases, diarrea y vómitos.
En la mayoría de los casos, es probable que tu perro tenga un poco de gases. Pero si le das cantidades más considerables de helado a un perro pequeño, la reacción de tu lomito a los lácteos puede ser más grave.
Además, los perros con diabetes o problemas de peso deben mantenerse alejados del helado.
Los altos niveles de azúcar en el helado tampoco son buenos para tu perro. Pero también toma en cuenta que el helado “sin azúcar” es peligroso porque el xilitol (un edulcorante) es tóxico para los perros.
De hecho, el helado con cualquier tipo de alimentos con edulcorante artificial no es recomendable para tu cachorro. Muchos sabores de helado también son potencialmente peligrosos para los perros.
¿Qué frutas pueden comer los perros?
Entonces, ¿los perros pueden comer fruta? Para la mayoría de los perros, sí, las frutas son una buena opción. Ciertas frutas, como los plátanos, las manzanas, las fresas y los arándanos, pueden proporcionar a los perros fibra, vitaminas y una variedad saludable en su dieta y funcionan como un premio para sentirse bien.
A diferencia de muchas golosinas procesadas, las frutas son alimentos que vienen con beneficios.
Pero recuerda, a algunos perros no les gusta la fruta cruda. Intenta triturarla en su comida o agrégala como ingrediente cuando hagas premios caseros para perros.
Entre las frutas que no debes darle a tu perro, recuerda que las uvas y las pasas están entre las frutas que no deben comer los perros. Asimismo, evita alimentar a tu perro alimentos con cualquier tipo de semillas, para disminuir el riesgo de asfixia.
