Es un hecho que a muchos perros les encanta la playa. La arena, el viento, la posibilidad de nadar y, sobre todo, ¡pueden pasar un día entero con sus humanos!
Desafortunadamente, la playa esconde muchos peligros de los que los perros pueden ser víctimas fácilmente. Muchos cuidadores no se dan cuenta de esto hasta que ya es demasiado tarde.
Así que, si estás pensando en llevar a tu perro a la playa este verano, ¡asegúrate de tener en cuenta los siguientes consejos!
Antes que nada: ¿puedo llevármelo a la playa?
Desafortunadamente, no todas las playas admiten perros. En España, cada ayuntamiento tiene una ley municipal en la que se establecen las normas en las playas.
Además, es en los meses de verano cuando las playas pueden estar restringidas para los perros.
Si bien esto puede resultar molesto para los humanos, la razón es que las playas pueden estar abarrotadas durante los meses más cálidos.
Además, es triste que muchas personas tiren desechos peligrosos en la playa después de haber descansado allí durante un día. No querrás que tu perro coma o pise algo peligroso.
Ojo con el sol y con el calor
Al igual que los humanos, los perros pueden sufrir insolación o golpes de calor. La playa reúne las condiciones perfectas para provocar una insolación a tu querido amigo.
Un golpe de calor puede ser extremadamente peligroso para tu perro e incluso mortal. Si vas a llevar a tu peludo amigo a la playa, ¡ve preparado!
Un paraguas, una hielera con una toalla refrescante, agua y tal vez algunas golosinas congeladas.
No dudes en llevar mucha agua: para que beba tu perro y para que la viertas sobre su pelaje si parece que tiene mucho calor.
Si tu perro muestra signos de insolación, debes abandonar la playa inmediatamente y buscar un área interior con aire acondicionado para ayudarlo a refrescarse mientras contactas a un veterinario.
¿Debo llevar a mi perro a la playa cuando hace calor?
Si hace mucho calor, no deberías quedarte en la playa por mucho tiempo. Intenta ir durante las horas más frescas del día, por la mañana y por la noche, por ejemplo.
No todos los perros son nadadores
Muchas personas no lo saben, pero no todos los perros nacen nadadores. De hecho, algunos de ellos, como los bulldogs, que son muy pesados, ¡no saben nadar en absoluto!
Si nunca antes has visto nadar a tu perro, probablemente el océano no sea el mejor lugar para su primera lección de natación. Incluso cuando el agua parece tranquila, puede haber una fuerte corriente subterránea, y si tu perro no es bueno nadando, esto puede traer terribles consecuencias.
De igual modo, si tu perrito sabe nadar, quizá no esté de más el comprar un chaleco salvavidas o flotador para perros.
Si parece que realmente quiere saltar y nadar, asegúrate de que haya practicado previamente en aguas más tranquilas, como una piscina o un lago.
No dejes a tu perro comer arena ni beber agua de mar
Este punto puede parecer bastante obvio, pero la ingestión de arena puede provocar obstrucciones intestinales graves que solo pueden remediarse mediante cirugía.
Las señales de que tu perro ha ingerido arena incluyen letargo y vómitos; en este caso debes llevarlo al veterinario inmediatamente.
En lo que respecta al agua, asegúrate de proporcionarle a tu perro abundante agua fresca para que no se sienta tentado a beber agua de mar.
Protege las almohadillas y la piel de sus patas
¿Has caminado descalzo en la arena? Pues las patitas de los perros también pueden sentir esa abrasadora sensación.
Es un error común pensar que las patas de los perros son duras y pueden soportar cualquier cosa. ¡Esto simplemente no es cierto! Al igual que nuestros pies, las patas de los perros son susceptibles a cortes y quemaduras.
Evita la arena seca tanto como sea posible y más aún la arena negra, ya que puede calentarse mucho y provocar quemaduras.
Si hay una zona en la playa con arena húmeda ese es el lugar ideal.
Por último, lleva un botiquín de primeros auxilios. Si tu perro sufre un corte desagradable, será útil llevar contigo un desinfectante y una venda.
Baña a tu perro cuando llegues a casa
¡La arena y la sal literalmente llegarán a todas partes de tu perro mientras estén en la playa! La arena puede atascarse en sus oídos y entrar en sus ojos, lo que puede ser irritante e incluso causar infecciones.
Asegúrate de limpiar y secar bien estas áreas después de regresar de la playa.
También es necesario un buen baño para eliminar toda la sal del pelaje. Probablemente, tu perro se sienta tentado a lamerse después de un viaje a la playa debido al sabor salado de su pelaje, pero la ingestión de sal puede ser muy peligrosa para los perros.
Lo más importante, ¡diviértete en compañía de tu peludo amigo! ¡Siempre que tengas en cuenta estos consejos de seguridad, te espera un gran día para crear vínculos afectivos con tu perro!
Infografía sobre los peligros de la playa para los perros
En esta infografía realizada por Wamiz, se repasan algunos de los peligros descritos más arriba y se añaden otros que no debemos dejar pasar por alto.