¿Los perros pequeños son más agresivos que los grandes?

Un chihuahua sacando los dientes
Los perros pequeños tienen mala reputación, y a menudo vemos cómo se justifica su comportamiento agresivo, o poco sociable, por el hecho de que son pequeños. ¿Es esto cierto? ¿Hay un trasfondo de verdad en todo ello o es sólo un mito?
En este artículo hablamos abiertamente sobre la posibilidad de que los perros pequeños sean más agresivos que los grandes. Así como de las razas más expuestas a esta afirmación 🐶🐶
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Publicado el 16/10/20 17:35
El perro es un animal social, que vive en grupo con facilidad y se adapta bien cuando conoce a gente nueva. Es curioso y, a menudo, aprecia la presencia de otros perros o humanos cerca de él.
Pero el perro es una especie compleja: con más de 400 razas diferentes -aquí puedes descubrir las características de cada una de ellas-, que han sido seleccionadas según criterios físicos, pero también de comportamiento.
Hacemos un parón en este punto puesto que existe una lista de razas de perros pequeños considerados como agresivos debido a la mala conducta que profesan en determinados ámbitos o ante ciertos congéneres.
Razas de perros pequeños agresivos
Diversos estudios realizados por educadores caninos en todo el mundo señalan que ciertas razas de perros pequeños son más propensas a la 'violencia' debido a sus características, a la manera en la que fue criada la raza desde que su origen y al grado de protección que el perro llega a crear con su dueño.
Por ejemplo, los perros salchicha fueron criados en Alemania para hurgar en las madrigueras de los tejos algo que les hace infatigables si se desencadena una pelea con otro perro mientras que los beagles, por su parte, han sido enseñados para cazar. Si a eso le sumamos su carácter excitable e impetuoso se convierten en una 'bomba de relojería' que puede poner a su dueño entre las cuerdas ante un encuentro con otro can o cualquier otro animal.

¿Existen, de verdad, los perros pequeños agresivos?
Un estudio de 2015 del Instituto de Salud Pública reveló que las mordidas de perro no están relacionadas con una raza en particular. Esto es muy importante subrayarlo para quitar la venda de los ojos de esas teorías que califican a ciertos perros como peligrosos.
Los criterios que parecen ser determinantes cuando esto sucede, suelen estar relacionados con las circunstancias que envuelven al accidente (por ejemplo, hay muchos perros que muerden porque tienen una patología).
Por lo tanto, debemos tener en cuenta este sesgo, que puede dejar a un lado a los perros más pequeños, pues como sus mordidas son menos graves, no siempre se tienen en cuenta. Es aquí donde entran en juegos ciertas teorías que hablan también de perros pequeños más agresivos que los grandes o gigantes.
Es complicado, por tanto, dar una respuesta objetiva a la pregunta planteada. Parece que los perros pequeños y grandes agreden de manera equivalente (en términos de frecuencia), pero ignoramos todas las agresiones que no provocan un verdadero accidente. 👇👇
Es probable que no se tengan en cuenta pequeñas mordidas, porque no son graves, algo que se da con más frecuencia cuando el perro es pequeño.

¿Son los perros pequeños más agresivos que los grandes?
La noción de peligrosidad depende del tamaño del perro
El mito viene probablemente de ese hecho: un gran perro que muestre el mínimo signo de agresividad es inmediatamente tenido en cuenta y tratado como se debe, mientras que en los perros pequeños vemos a menudo como se degrada su comportamiento social, sin que se le aplique ningún tipo de terapia.
De hecho, el peligro se mide por dos parámetros cuando analizamos el riesgo:
- Probabilidad de que suceda el accidente marcada por las circunstancias.
- Intensidad del accidente acentuada por el tamaño del perro.
Lo que hay que entender es que un perro pequeño que muerde a menudo, pero sin gravedad, no va a generar una alerta en sus dueños del mismo modo que un perro de gran tamaño.
Es aún peor: a menudo nos reímos de las agresiones del perro pequeño, sin comprender que su comportamiento agresivo no es divertido para él, sino la manifestación de un miedo.
Podemos encontrar sin problema una gran cantidad de vídeos de pequeños perros agresivos que son filmados por pura diversión, vídeos en los que la gente provoca voluntariamente al perro para que gruña.

Esto también es un criterio a tener en cuenta para justificar la mala reputación de los perros más pequeños. La educación que reciben de sus propietarios es muy probablemente un factor determinante.
¿El comportamiento agresivo está influenciado por la selección genética?
La ciencia no conecta todavía muy bien el comportamiento con la genética (o incluso con la epigenética mencionada en los últimos tiempos).
Sin embargo, ya sabemos que la selección natural impuesta por los criterios de comportamiento permite esta selección. Esto se ha experimentado durante siglos, seleccionando perros de trabajo por sus aptitudes y comportamiento.
No obstante, el perro de compañía es algo reciente. Al principio era popular en las clases de la alta sociedad, pero se ha ido poco a poco generalizando durante el último siglo, hasta ser normal en nuestros hogares. Muchas razas, especialmente los perros pequeños, son resultado de esta selección.
Entre los criterios de comportamiento que han sido seleccionados, reconocemos una gran familiaridad con el humano, pero también una gran sensibilidad.
A menudo son perros que necesitan mucha atención, poco independientes y que sienten estrés más fácilmente que una razas, podemos decir, rústica. ¿Es que su lado poco social puede tener algo que ver?
En realidad, es muy probable que este sea un factor determinante. Su educación, su entorno, pueden tener una influencia superior que sus orígenes raciales.
La agresividad es una cuestión de educación del perro
Lo más duro de asumir, es reconocer nuestra culpa. Pero es habitual que el perro pequeño esté sobre protegido. Es complicado no tener miedo cuando el chihuahua de 2kg está frente a un labrador de 30 kg: incluso si éste es agradable, es natural tener miedo a que suceda algún incidente.
La reacción de los propietarios es con frecuencia la misma: proteger al perro. Esta protección implica que el perro no aprende por sí mismo y, especialmente, en la comunicación canina, es en este punto donde la agresividad puede aparecer.
Su perro, que es una verdadera esponja, va a identificar el miedo y lo va a compartir. Esta reacción refuerza el miedo del perro pequeño, y no le permitirá aprender a comunicarse correctamente con su especie: esto puede dar como resultado fácilmente un perro agresivo o gruñón.
Es un círculo vicioso, porque la actitud agresiva del perro hace que el propietario lo aísle de otros perros. Y como no es fácil sujetar a un perro de 15 kg o más, mientras que los perros de compañía de menos de 10kg se pueden tomar en brazos (a menudo es la mejor protección elegida por el dueño).
¿Los perros pequeños son menos sociables que los demás por su educación, su modo de vida y su anatomía?
Es posible, aunque sea una tendencia estática y afortunadamente no una generalidad. Lo que hay que hacer en calidad de propietarios de un perro pequeño es tener en cuenta sus necesidades particulares y, con sus congéneres, enseñarle a relacionarse.
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