La nutrición consiste en el aporte suficiente de nutrientes y energía (calorías), y en el equilibrio entre todos esos nutrientes.
Pero además, cuando se trata de alimentación canina, hay que tener en cuenta los deseos específicos del perro, que son distintos a los nuestros.
Por ello, equilibrar una ración no siempre es tarea fácil. Y un régimen desequilibrado puede acarrear problemas de salud a largo plazo.
Por ejemplo, el perro extrae mucha energía de las proteínas animales (mientras que nosotros, los humanos, priorizamos los azúcares), lo que hace que su ración tenga más carne que la nuestra.
Por lo tanto, no hay que darle exactamente lo que nosotros comemos, sino adaptar las proporciones.
Cada alimento aporta una parte de sus necesidades, y hace falta dosificar la cantidad de cada alimento que le damos en función del peso y la actividad del perro.
Igualmente, al planear la comida casera para perros, hay tener en cuenta sus necesidades específicas de cada momento, como cuando necesitan dieta blanda, por ejemplo. Es frecuente que sea necesario añadir algunos complementos de minerales y vitaminas para obtener el equilibrio perfecto.
¿Qué debe tener la comida casera para perros?
Además de los 10 "superalimentos" que puedes dar a tu perro, vamos a diferenciar cinco componentes esenciales de la ración ideal en una comida casera para perros:
- La carne es la fuente principal de proteínas y energía para los perros y los gatos, que son carnívoros.
- El aceite vegetal, para cubrir sus necesidades en lípidos y ácidos grasos esenciales (atención de no cocer ese aceite).
- Un poco de almidón (arroz, pasta) que hay que cocinar bien para cubrir sus necesidades de glúcidos.
- Legumbres verdes, cocinadas también, aportan fibras, agua, oligoelementos y aumentan el volumen de la comida (para mayor saciedad).
- Finalmente, un complemento de vitaminas y minerales, para cubrir los oligoelementos que no aporte la ración: calcio y fósforo principalmente. Es muy importante no descuidar esos complementos alimentarios, pues no respetarlo puede aumentar el riesgo a medio y largo plazo con graves efectos en la salud del perro.
Hay, por tanto, que elegir algunos alimentos de estas categorías y determinar la dosis que hay que dar a nuestro perro en función del peso, la actividad y su fisiología.
Qué cantidad de comida casera dar a un perro
Se trata de una pregunta difícil, pues la especie canina no permite una “receta común”.
Los perros son muy diferentes los unos de los otros respecto a su morfología y su actividad: con pesos que van de los 2 a los 90 kilos, hay que saber adaptarse a cada perro.
Por lo tanto, al optar por la comida casera para perros, es recomendable planificar las raciones con el veterinario, que podrá evaluar las necesidades de tu perro y darte una “comida tipo” perfectamente equilibrada, con las cantidades adecuadas de cada alimento.
Esta ración puede ir cambiando con el tiempo, en función de sus necesidades: crecimiento, actividad, enfermedad… puede ser necesario adaptarlas (de la misma forma que cambiamos la comida industrial en cada etapa de la vida del perro).
¿Se puede alimentar a un perro con restos de comida casera?
Puedes darle pequeñas recompensas a tu perro con los alimentos que comes habitualmente: las carnes y verduras pueden, sin duda, gustarle.
No obstante, ese aporte suplementario no debería desequilibrar el resto de la ración. Debe ser algo excepcional, y en cantidades muy reducidas.
No olvides que un perro de 20 kilos tiene la cuarta parte del peso de un adulto, por lo que un cuarto de queso corresponde a un queso entero para él.
Hay que adaptar las cantidades que le damos fuera de su ración de comida para que sea una recompensa, pero que no sobrepase más del 5-10% de los aportes calóricos que el animal necesita.
¿Con qué frecuencia debo alimentar a mi perro?
Como para la alimentación industrial, un perro adulto puede estar satisfecho con una comida al día.
Sin embargo, un cachorro, un perro poco activo, enfermo o una perra embarazada o en periodo de lactancia, atraviesan una situación excepcional en la que dos o tres comidas al día pueden ser adecuadas.