Es bien sabido que lo mejor que puedes hacer si tienes una compañera de cuatro patas en casa es esterilizarla, por su salud y por el bien de la enorme cantidad de perros que, desgraciadamente, esperan un hogar en refugios de toda España.
Pero si por alguna razón has decidido que quieres tener cachorros o bien te has encontrado a una perrita embarazada, segueamente te preguntas cómo cuidar a una perra embarazada.
Para empezar, si la atención veterinaria es siempre importante, más aún si estamos esperando una camada.
Todo el proceso del embarazo debe ser tutelado y guiado por un especialista que pueda asesorarnos en todo cuanto pueda necesitar la perra.
Cómo cuidar a una perra embarazada
Cuidar a una perra embarazada requiere atención y cuidados especiales para asegurar su bienestar y el de sus cachorros.
¿Cómo cuidar a una perra embarazada? Estos son los principales aspectos a tener en cuenta:
Alimentación
Es un elemento fundamental, el régimen alimenticio y la dieta balanceada. Algunas pautas para cuidar la alimentación de una perra embarazada son las siguientes:
- Muchas personas cometen el error de aumentar las dosis de manera abrupta o, peor aún, de cambiar drásticamente el pienso.
- Alterar la alimentación puede afectar a los cachorros, provocándoles un desarrollo precoz que puede acabar afectando a las crías dificultando, e incluso poniendo en riesgo, el momento del parto.
- No se debe incluir ningún tipo de suplemento alimenticio o vitamínico, mucho menos en las primeras seis semanas de embarazo. A no ser que lo recete el veterinario.
- Durante las dos primeras semanas la perra se alimentará de la misma forma en la que venía haciéndolo hasta ahora.
Ejercicio y actividad física
Será la perra quien con su comportamiento vaya dándonos indicios de sus necesidades en este sentido. Algunos puntos a considerar son:
- No debemos aislarla ni alterarle sus rutinas; los paseos y los juegos pueden seguir formando parte de su vida siempre que el veterinario no nos indique lo contrario.
- A partir de la tercera semana la perra puede empezar a experimentar náuseas que le acarreen vómitos. Esto traerá una consecuencia aparejada, la pérdida de apetito, de ahí que sea tan importante la guía del especialista.
- Avanzando en el tiempo, entre el mes y medio y los dos meses, deberemos empezar a suministrarle una mayor cantidad de comida que ¡ojo! le dividiremos en un mayor número de porciones. De esta forma ayudaremos al buen desarrollo físico de las crías y, a la vez, facilitaremos los procesos digestivos de la mamá.
Atención veterinaria
En este sentido, conviene estar alerta en cuanto a:
- Las visitas al veterinario son fundamentales. Lleva a tu perra al veterinario para chequeos regulares y asegurarte de que el embarazo progresa bien.
- Es posible que el veterinario recomiende ecografías para verificar la salud de los cachorros.
- Consulta con el veterinario sobre las vacunas y la desparasitación durante el embarazo.
Preparación para el parto
Para este momento crucial, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Prepara un área tranquila y limpia donde pueda dar a luz. Puede ser una caja grande con mantas suaves.
- Cuando el parto se avecina, la perra, de forma natural, rehusará comer habitualmente 12 horas antes.
- Su temperatura descenderá un grado en ese periodo de tiempo.
- Debemos ponerle a su alcance agua fresca, que ella misma nos demandará debido al alto grado de hidratación que va a precisar por el esfuerzo al que ha de hacer frente.
- Durante el parto, es importante estar cerca para observar, pero no interferir a menos que sea necesario. Ten a mano el número del veterinario en caso de emergencias.
- Después del nacimiento, mantén el área limpia y tranquila. Vigila a los cachorros para asegurarte de que se alimenten adecuadamente.
En este vídeo, una veterinaria explica más sobre cómo cuidar a una perra embarazada: