Arenero para perros: ventajas
El arenero para perros es una solución que puede resultar útil, por ejemplo, en los casos en los que los propietarios trabajan muchas horas, no acuden a casa y el perro no tiene acceso a una zona exterior.
Algunos perros son capaces de aguantar durante muchas horas (aunque este comportamiento puede resultar perjudicial para el animal y derivar en infecciones de orina y problemas urinarios) otros, en cambio, no reprimen las ganas y sus propietarios suelen encontrarse algún regalito al llegar a casa.
Esta es una buena forma de solucionar el problema, ya que es posible entrenar a tu perro para que use un arenero y no vuelva a hacer sus necesidades en cualquier parte.
Hay que resaltar que, aunque este comportamiento tenga sus ventajas, no sustituye en absoluto los paseos diarios que los perros precisan, ya que no sólo son para que hagan pipí y caca, sino que los necesitan para “ser perros” y hacer ejercicio.
Actúa con responsabilidad y si piensas que no vas a tener el tiempo suficiente para dedicarle a un perro, mejor no lo tengas.
¿Se puede enseñar a un perro a hacer sus necesidades en un arenero?
Sí, es posible enseñar a un perro a hacer sus necesidades en un arenero, aunque no es tan común como con los gatos. Requiere tiempo, paciencia y consistencia en el entrenamiento.
Es más fácil entrenar a perros pequeños o de razas que se adaptan bien a vivir en interiores, pero cualquier perro puede aprender con el entrenamiento adecuado.
Sin embargo, si el perro tiene acceso frecuente al exterior, podría ser más natural enseñarle a hacer sus necesidades en el jardín o en un área específica afuera.
¿Cómo debe ser el arenero de mi perro?
Lo primero es habilitar un lugar para él y comprar un arenero para perros.
Es recomendable que si tu perro convive con gatos en casa, la caja de arena no sea compartida: cada uno necesitará su sitio.
El arenero para perros deberá ser amplio, para que pueda olfatear y dar vueltas (comportamiento natural que estimula la micción y defecación).
En el caso de perros grandes, el areno para perros grandes, obviamente, tendrá que tener una medidas superiores.
En cuanto al acceso, el perro deberá tener la facilidad para poder entrar por sí mismo en el arenero, pero debe ser también lo suficientemente alto como para que si este levanta la pata al orinar, no ensucie los alrededores.
Los aspectos a considerar en cuanto al arenero son:
- Tamaño: El arenero debe ser lo suficientemente grande para que el perro se sienta cómodo al entrar y moverse. Para perros pequeños o medianos, un arenero con bordes bajos puede funcionar, mientras que para perros grandes, podría ser necesario un arenero más amplio y profundo.
- Bordes bajos o rampa: Como se ha mencionado, si el perro es pequeño, anciano o tiene movilidad reducida, conviene un arenero con bordes bajos o una rampa de acceso para que pueda entrar y salir fácilmente.
- Material resistente y antideslizante: Asegúrate de que el arenero esté hecho de un material resistente y que tenga una base antideslizante para evitar que se mueva mientras el perro lo usa.
- Estilo césped artificial: Otra opción popular son los areneros con césped artificial, que simulan la sensación del césped real y son fáciles de limpiar. Esta opción puede ser útil para perros que ya están acostumbrados a hacer sus necesidades en el césped.
Arena para perros
En el mercado hay diferentes tipos de arena y es importante que estudies todas las opciones.
Hay algunas que pueden ser tóxicas si tu perro las ingiere, otras pueden tener un exceso de polvo y causar problemas respiratorios.
Por ejemplo, Mercadona propone una gama interesante de arena para gatos, pero no significa que necesariamente sean todas aptas para un arenero para perros.
La arena que puedes utilizar es similar a la de los gatos, desde pellets absorbentes que neutralizan el olor, hasta simples arcillas.
Algunos materiales seguros y adecuados para perros pueden ser:
- Astillas de madera o virutas de pino: Son naturales y seguras, además de absorber bien la humedad.
- Papel triturado o pellets de papel reciclado: Son una opción ecológica y menos dañina si el perro los ingiere.
- Arena especialmente diseñada para perros: Algunas tiendas de mascotas venden arena no tóxica y segura para perros.
Estos materiales son más adecuados para el uso canino y ayudarán a evitar problemas de salud relacionados con la ingestión de productos no seguros.
De acuerdo con la veterinaria Jessica Gore, hay que tener esto muy en cuenta y considerar si tu perro es del tipo de canes que tiende a comer o masticar objetos.
Consulta con un especialista, sabrá aconsejarte sobre la opción más recomendada para tu peludo.
¿Cómo enseño a mi perro a usar el arenero?
Como en muchas otras situaciones durante la convivencia con nuestro perro, es cuestión de entrenamiento.
Se trata de acostumbrar a nuestro animal a esta rutina y reforzar positivamente este comportamiento cada vez que lo haga bien. La clave está en pasar tiempo con él y enseñarle que ese es su nuevo sitio para hacer sus necesidades.
Aunque parezca algo complicado no lo es. Aquí tienes algunos trucos que te pueden servir para que el arenero para perros tenga el uso adecuado:
- Instaura un horario de comidas. Los perros suelen tener deseo de hacer sus necesidades entre media hora y cuarenta y cinco minutos después de haber comido. Esto te ayudará a planificar el entrenamiento.
- Motívalo. Cuando notes que desea hacer sus necesidades, llévalo al sitio que le has preparado y anímalo a que lo haga. Existen productos atrayentes para cachorros que pueden ayudarte a estimular la micción.
- Corrige, pero no regañes. Si tu perro se orina fuera del arenero, enséñale que lo ha hecho mal llevándolo al sitio destinado para ello, pero no le riñas, ya que él puede interpretar que si hace pis te enfadas. Así, la próxima vez se esconderá para hacerlo y encontrar el charco de pipí será una tarea difícil. Un consejo es que impregnes un empapador con su propio pipí y lo dejes en el arenero, así el podrá olerlo y le será sencillo entenderlo.
- Dale premios. Trabaja el refuerzo positivo y cuando lo haga bien dale un premio en forma de chuches y mimos.
- Utiliza las mismas órdenes. Edúcalo siempre con las mismas órdenes, pueden ser las que tu elijas pero siempre las mismas (“pipí y caca”, “baño”, “tu sitio”, etc.).
- Persistencia. Sé constante con la educación, es la clave para que tu perro lo comprenda. Si unas veces lo premias cuando lo hace bien y otras no, o unas veces lo corriges cuando lo hace mal y otras no, das pie a la confusión y nunca terminará de entenderlo como rutina.
¿Dónde instalo el arenero para perros?
Donde tú consideres. Lo único que debes tener en cuenta es:
- Que tu perro tenga un fácil acceso.
- Que sea una zona que suele frecuentar.
- Que no esté junto al agua y la comida.
- Que sea visible para ti para no despistarte con la limpieza.
¿Cada cuánto limpio el arenero?
Para evitar malos olores y problemas mayores, recoge los desechos diariamente y con asiduidad.
Si se convierte en un espacio muy sucio puede crear rechazo por parte de tu perro y que no quiera hacer sus necesidades ahí. Utiliza los productos de limpieza correctos, desinfectantes pero no tóxicos para el animal.
En cuanto al control de los olores, existen productos en el mercado para colocar en el fondo y así neutralizarlos, o también puedes utilizar bicarbonato sódico.