La mayoría de los gatos se sienten atraídos por el olor y sabor del pescado.
Se sabe que el pescado es una fuente de proteína de alta digestibilidad debido a su alto contenido de aminoácidos esenciales que son benéficos para los gatos, quienes son considerados carnívoros estrictos.
El pescado es una fuente natural de nutrientes y tiene un alto contenido de vitaminas del complejo B, vitamina A, D y E. Además, posee minerales como: fósforo, potasio, sodio, calcio, cobalto, magnesio, hierro, yodo, flúor, zinc, que son importantes para el correcto funcionamiento del organismo del gato.
El pescado también contiene ácidos grasos esenciales como son los omega 3.
Los más importantes de este grupo son el EPA (eicosapentaenoico) y el DHA (Docosahexaenoico), que favorecen el buen funcionamiento del corazón, poseen acción antiinflamatoria, anticoagulante y mantiene los niveles normales de colesterol en sangre.
Además, participan en el desarrollo óptimo y el buen funcionamiento del cerebro y la vista.
El omega 3 también tiene propiedades anticancerígenas, mejora la salud articular en problemas degenerativos como en la osteoartrosis o artritis felina y favorece el estado de la piel y pelo de los gatos.
El omega 3 pueden encontrarse en altas cantidades en pescados azules o de agua fría debido a que poseen más porcentaje de grasa corporal a comparación de los pescados blancos o de agua caliente; por esta razón el contenido de grasas poliinsaturadas es más alto en los pescados azules.
Algunos ejemplos de este tipo de pescados son:
- la sardina;
- el arenque;
- el salmón;
- la trucha;
- la carpa;
- el atún.
Pero a pesar de estos beneficios, las espinas de pescado son un riesgo para el gato.
Las espinas de pescado pueden clavarse, obstruir, perforar y lesionar el sistema digestivo de los gatos desde la boca, faringe, esófago, estómago e intestinos.
¿Hay riesgo si mi gato comió espinas de pescado?
A pesar de que el pescado es una excelente fuente de nutrientes para los gatos, sí existe riesgo cuando el gato come espinas de pescado.
Por esta razón se recomienda darle siempre el pescado al gato sin ninguna espina.
Puede ocurrir que una espina de pescado quede clavada en la mucosa del aparato digestivo y el riesgo que existe es que se perforen las vísceras, causando una hemorragia interna, obstrucciones digestivas y en el peor de los casos una peritonitis y con ello la muerte del gato.
¿Los gatos pueden comer pescado?
A pesar de que es un alimento rico en nutrientes, hacerlo dieta base y de consumo diario podría ocasionar deficiencias nutricionales severas en los gatos.
Las deficiencias más comunes son la deficiencia de taurina y tiamina.
La dieta siempre debe ser balanceada y acorde a los requerimientos nutricionales con base en la raza, edad, peso, actividad y estado fisiológico del animal.
Cómo darle pescado a un gato sin riesgo
Se recomienda ofrecer el pescado en filete hervido, al vapor o asado, sin aceites, grasas, ni condimentos adicionales y lo más importante: sin espinas.
Nunca ofrecerlo crudo, pues al igual que en los humanos, existe la probabilidad de adquirir parásitos o enfermar por virus y/o bacterias por el consumo de pescado crudo.
Al hervir los filetes de pescado no se recomienda la adición de condimentos como son sal, cebolla, ajo u otras especias.
La sal en exceso podría desarrollar alteraciones en la presión sanguínea y problemas renales. La cebolla y el ajo, por su parte, se consideran tóxicos para los gatos ya que poseen sustancias que dañan y destruyen los glóbulos rojos provocando anemia.
Tampoco es recomendable dar las vísceras del pescado debido a que poseen una anti vitamina que inhibe la actividad de la vitamina B1 (tiamina), que participa en la contracción muscular y transmisión de las señales nerviosas.
Cuando existe una deficiencia de tiamina en los gatos se pueden presentar parálisis, rigidez muscular, convulsiones, coma y muerte.
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