Es evidente que el pescado les encanta a los gatos, pero... ¿deben comerlo realmente?
En Wamiz hablamos con dos expertos en la materia, dos veterinarios especializados en alimentación que arrojan luz sobre algunas de las preguntas más controvertidas del reino felino: ¿Por qué a los gatos les gusta tanto el pescado y qué pasa si lo comen?
¿Por qué a los gatos les gusta tanto el pescado?
Hay muchas buenas razones para que la mayoría de los gatos disfruten tanto del pescado:
- Porque les encanta cazar: Los gatos son depredadores naturales y en la naturaleza, muchos de ellos cazarían peces como parte de su dieta. Este instinto puede llevarlos a disfrutar del sabor y el olor del pescado.
- Por su olor y sabor fuertes: El fuerte olor y sabor del pescado puede atraer a los gatos, especialmente si están acostumbrados a alimentos con sabores intensos.
- Por su textura suave: Muchos tipos de pescado tienen una textura fácil de masticar y digerir para los gatos, especialmente para aquellos con problemas dentales o digestivos.
- Variedad en la dieta: Los gatos son carnívoros obligados, pero de cualquier manera disfrutan de la variedad en su dieta. Ofrecerles pescado ocasionalmente puede ser una forma de proporcionarles esa variedad.
Estas son algunas de las razones porque a los gatos les gusta tanto el pescado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aunque sea lo más común, no a todos los gatos les gusta el pescado, y algunos pueden tener sensibilidades alimentarias o intolerancias a ciertos tipos de pescado.
Lo mejor es consultar con el veterinario antes de incorporar nuevos alimentos a la dieta de un gato.
¿Mi gato puede comer pescado?
Ahora que sabemos por que a los gatos les gusta tanto el pescado, viene la inevitable pregunta de si es bueno el pescado para los gatos.
José Javier González, de la Clínica Veterina Vet & Vet, tiene muy clara su respuesta.
"Por supuesto que pueden comer pescado. El gato es carnívoro por naturaleza y siempre ha tenido instinto cazador, por eso siempre intentará perseguir este tipo de nutriente. Ahora bien, lo que realmente necesita el gato es comer carne, no pescado".
Sí, es bueno el pescado para los gatos y es evidente que puede y debe formar parte de la dieta del gato, pero no hay que olvidar proporcionarle otros nutrientes.
El pescado aporta proteínas, nutrientes esenciales para su organismo, y también ácidos grasos -especialmente los pesados azules-, que, entre sus muchas propiedades,
Sin embargo, no todo son virtudes en este tipo de alimentación.
Hay que tener en cuenta varios factores importantes en esta materia, como por ejemplo que algunos pescados interfieren en la absorción de vitamina B o que existen otros tipos de pescados que no aportan vitamina K, fundamental para la coagulación sanguínea.
Felipe Vázquez, del Centro Veterinario CatDog, coincide a la hora de resaltar los beneficios de esta rama nutricional, aunque igualmente subraya ciertos inconvenientes.
"Aunque no es su alimentación habitual, el pescado es positivo para el gato porque tiene una proteína difícil de conseguir. El pescado es una fuente de proteínas. Tiene omega 3, omega 6, proteínas de alto valor biológico... pero si se lo das crudo hay riesgo de infectación".
En efecto, el pescado crudo puede contener un parásito llamado anisaki, entre otros riesgos para el gato y los humanos que lo rodean.
Todo esto nos lleva a una conclusión clara: el gato puede comer pescado, pero este no puede ser la base de su alimentación ya que no estaríamos consiguiendo una nutrición completa.
¿Qué pescados no deben comer los gatos?
Tenemos claro que el pescado es beneficioso para el gato, siempre y cuando no sea el único pilar en el que se sustente su alimentación.
Ahora bien, debemos evitar cocinarlos con sal.
Y hay que recordar que cuando los gatos comen pescado, hay que rehuir:
- pescados salados
- pescados ahumados
- pescados fritos
- pescados marinados
También hay que evitar las conservas de pescado porque pueden contener sustancias tóxicas.
¿Los gatos pueden comer salmón y otros pescados azules?
Los estudios realizados han demostrado que existen algunas especies de peces, sobre todo los que son predadores, que contienen una cantidad muy elevada de metales pesados, como por ejemplo, mercurio.
Esto aplica especialmente para los pescados azules, por ejemplo:
- anguila
- atún
- salmón
- salmonete
- boquerón
- anchoa
- pez espada
- bonito
- cazón
- caballa
- trucha
- rodaballo
- sardina
La contaminación que sufren muchas aguas del planeta no ayuda pues muchos pescados presentan toxinas y pesticidas en su organismo a consecuencia de vivir en entornos impuros.
"Hay que tener cuidado con los pescados azules de mayor tamaño porque pueden acumular grandes dosis de metal en su organismo como hierro o mercurio, muy perjudiciales en la nutrición habitual felina", nos comenta Felipe Vázquez.
No obstante, tampoco hay que alarmarse con este hándicap. Aquí ocurre lo mismo que con las personas: a nadie le puede sentar bien alimentarse habitualmente con pescado contaminado o con alta concentración de metal.
Ahora bien, lo más normal es que el pescado sea fresco y limpio.
Anisakis y otros riesgos del pescado para los gatos
El pescado crudo no debe estar nunca presente. Todo aquello que incluya pescado sin cocinar hay que obviarlo de la dieta felina.
El pescado crudo carece de vitamina B, esencial para el organismo del gato.
Sólo hay una excepción a esta regla: si acabamos de pescar el pez. En este hipotetico caso, si le damos un pez fresco a nuestro lindo gatito, podrá devorarlo sin problema.
En condiciones normales, lo ideal es cocerlo a la plancha o hervirlo ligeramente sin añadirle nada más.
Su consumo ocasional es uno de los 'premios' que más valoran nuestras mascotas, pero no les acostumbremos. Una excesiva ingesta de pescado podría causarles problemas diversos problemas de salud derivados de un déficit vitamínico.
El olor del pescado es mucho más intenso y penetrante que el de la carne para el gato, por ello siempre asocia este olor con el placer, con algo que le encanta comer.
La dosis recomendada es ofrecerlo como 'premio' de forma esporádica, como mucho una vez a la semana, aunque lo ideal es que se haga con menor frecuencia y cantidad.
"El propietario se complica la vida el si acostumbra al gato a comer pescado porque es un alimento más caro", destaca el veterinario Felipe Vázquez.
Piensos y comida húmeda de pescado para gatos
Una variedad que nos ofrece la vida moderna es comprar en grandes establecimientos comidas para gatos especialmente preparadas con pescado.
Estos productos, si son de gama alta o de línea veterinaria, sí son aptos para nuestros mininos.
Los piensos y latas de gamas bajas, e incluso algunos de condición media, no tienen tantas propiedades que garanticen que nuestra mascota está alimentándose con los nutrientes saludables del pescado.
Así pues, la mejor opción es mezclar una dieta en la que se combinen productos como estos con otros naturales y de preparación casera para completar una buena alimentación.
El aceite de pescado, ¿es tan bueno como dicen?
Un capítulo aparte merece el aceite de pescado, la grasa de origen animal presente en los peces
Y es que los últimos estudios aseguran que los beneficios de este tipo de nutrientes en nuestras mascotas son asombrosos, y no sólo en cuanto a su piel y pelaje.
Se ha comprobado que aporta mejoras a distintos niveles físicos (visión, audición, fertilidad, sistema inmunitario, cardiovascular, renal y funciones cognitivas).
El aceite de pescado también regula el colesterol, disminuye las alergias cutáneas, tiene propiedades antiinflamatorias y reduce las opciones de aparición de tumores.
Los expertos están maravillados con los beneficios de este tipo de nutrientes, sobre todo porque el gato experimenta progresos en todas las edades de su vida.
Puede ayudar tanto al desarrollo mental de los cachorros como a mejorar las funciones mentales de los gatos ancianos.
"Existe un aceite de pescado concreto llamado DHA, un ácido graso omega 3, que sabemos que está involucrado en el desarrollo neurológico, o sea, el desarrollo del cerebro y sus conexiones", explica la veterinaria Libby Sheridan, de Hill's Pet Nutrition.
Aunque se trata de una fuente marina rica en ácidos grasos esenciales omega 3, no todas las carnes marinas lo poseen. Se encuentra normalmente en:
- atunes
- sardinas
- salmones
- anchoas
- arenques